Tal día como hoy del año 1951, hace 72 años, en el estadio de Les Corts, en Barcelona, el jugador Ladislau Kubala, fichado el año anterior por el F.C. Barcelona, debutaba oficialmente con el club azulgrana. Fue en un partido de eliminatoria de Copa contra el Sevilla Club de Futbol, que ganó el F.C. Barcelona por dos goles a uno. Kubala, considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, defendería la camiseta del F.C. Barcelona durante la época dorada llamada del "Barça de las Cinco Copas". Durante aquella etapa (1951-1961), jugó 188 partidos oficiales y marcó 131 goles. Con los azulgrana ganó doce títulos: cuatro Campeonatos de Liga; cinco Campeonatos de Copa; dos Copas Internacionales de Ferias; y una Copa Internacional Latina.

Kubala se convirtió en un icono deportivo y social. Durante su etapa de jugador se ganó la admiración de los directivos del club y de la afición azulgrana y la ciudadanía de Barcelona y de Catalunya. Tenía un talante próximo y a menudo se lo veía por las calles de la capital catalana como un ciudadano más. Su conexión personal con Barcelona y con Catalunya quedaría patente en citas como: "Me gusta ganar partidos con el Barça para ver la cara de alegría de los catalanes al día siguiente". Después de jugar a primer nivel durante diez temporadas, se retiró y se sentó en el banquillo, como entrenador, para dirigir al primer equipo (1961-1963). Después, volvió a los terrenos de juego y defendió la camiseta del R.C.D. Espanyol durante dos temporadas (1963-1965).

Ladislau Kubala nació en Budapest (Hungría) en 1927, en una familia formada por Pàl Kubala, maestro de casas de origen eslovaco, y por Anna Stecz, obrera industrial de origen polaco. Debutó en competición con solo 11 años en el equipo juvenil del Ganz. A los 18 años (1945) fichó por el Ferencváros de Budapest; y a los 19 por el Slovan de Bratislava (de la antigua Checoslovaquia). En 1948 fichó por el Vassas de Budapest, pero con la ocupación soviética del país huyó hacia Austria oculto en la caja de un camión (1949). Durante un año jugó en un equipo de exhibición formado por futbolistas húngaros exiliados, hasta que Josep Samitier lo convenció para fichar por el F.C. Barcelona. Sin embargo, la autorización de la federación de origen tardaría un año en hacerse efectiva.