Tal día como hoy del año 1969, hace 54 años, en Sabadell, moría Josep Garcia-Planas i Cladellas, empresario del sector textil que, durante su vida profesional, llevó a cabo una importante tarea de compromiso con el bienestar de sus trabajadores y trabajadoras. El año 1946 creó la empresa textil Artetextil, situada en el barrio de Nuestro Hogar, de Sabadell, y poco después promovió la edificación de más de trescientas viviendas destinadas a las familias de sus trabajadores y trabajadoras (actualmente llamadas "cases de cal Garcia") e impulsó la creación de dos escuelas (una para niños y otra para niñas) para los hijos e hijas de estos trabajadores y trabajadoras; y habilitó terrenos para la construcción de un pabellón deportivo.

Josep Garcia-Planas se había iniciado en la actividad textil el año 1930. Pero con el estallido de la Guerra Civil española (1936) fue perseguido y amenazado por elementos revolucionarios incontrolados y se exilió en Italia. Antes de la conclusión del conflicto reanudó su actividad en Béjar (Castilla y León) con su hermano Rafael, que también se había visto obligado a escapar del clima de inseguridad provocado por las llamadas Patrullas de Control anarquistas. Durante un tiempo, acumularon existencias (sobre todo lana), que después trasladaron a Sabadell para poner en funcionamiento la nueva fábrica (1939). Años después, Josep pasaría a dirigir en solitario la fábrica (1946) y, paralelamente, iniciaría su labor de compromiso con el bienestar de los trabajadores y trabajadoras.

Josep Garcia-Planas se inspiró en el viejo modelo catalán de la colonia textil. Por este motivo, algunos lo acusaron de actuar de forma paternalista. Otros lo acusaron de imprudencia, para buscar el bienestar de personas y familias de una clase social que, durante la Revolución (1936-1937), habían dado apoyo a las colectivizaciones. Pero lo cierto era que el régimen franquista de aquella primera posguerra no tenía ni la voluntad de compromiso ni la capacidad de promoción. En aquel momento, en muchas ciudades catalanas, todavía había casas y fábricas en escombros por efectos de los bombardeos franquistas durante el conflicto civil. Fue gracias a empresarios como Garcia-Planas que la sociedad catalana empezaría a recuperar los niveles de bienestar anteriores a la guerra.