Tal día como hoy del año 1433, hace 590 años, en las mazmorras del castillo de Xàtiva, moría Jaime de Urgell y de Montferrat, bisnieto del rey Alfonso IV, llamado el Benigno; yerno del rey Pedro III, llamado el Ceremonioso; esposo de Isabel de Aragón, hija del rey Pedro III; y cuñado de los reyes Juan I, llamado el Cazador, y Martín I, llamado el Humano. Después de la prematura muerte de Martín el Joven, el único hijo legítimo superviviente de Martín I (1409) había sido lugarteniente de Catalunya (1409-1410), cargo reservado a los herederos al trono. Y durante la asamblea compromisaria de Caspe (1412), que tenía que elegir al sucesor del difunto rey Martín I, había sido el candidato al trono de las clases nobiliarias feudales. En aquel momento, Jaime de Urgell era el hombre más rico de Catalunya.

El resultado de Caspe le había sido desfavorable y el año siguiente (1413) lideró una revuelta contra el nuevo rey Fernando I, el primer Trastámara en el trono de Barcelona, que acabó con su derrota, reclusión y incautación de todos los bienes. Jaime pasó por varias mazmorras de Castilla y su familia (su esposa Isabel, sus hijas Isabel, Leonor, Juana y Caterina, y su hijo Felipe) fueron recluidos en el monasterio de Sijena, en régimen de clausura. Después de la muerte de Felipe (1422), de Isabel, la madre (1424) y de Caterina (1424), el rey Alfonso V negoció matrimonios geográficamente muy alejados para las tres chicas supervivientes (por ejemplo, intentó casar a Juana con Isaac I, negus de Etiopía).

En 1429, Isabel, primogénita de Jaime, fue casada con Pedro de Avis, hijo del rey Juan de Portugal, que entre 1438 y 1448 fue regente del reino por la minoría de edad de su sobrino, el futuro rey Alfonso V. Desde la boda (1429), Isabel y Pedro pusieron en marcha toda la maquinaria diplomática portuguesa para conseguir la liberación de Jaime de Urgell y el acogimiento en Portugal. Pero la cuñada de Isabel y Pedro (Leonor de Trastámara, esposa del rey Eduardo I de Portugal e hija del difunto Fernando I de Catalunya-Aragón) informó a su hermano, Alfonso el Magnánimo, quien, con toda probabilidad, envió a sus hermanos Juan (futuro Juan II de Catalunya-Aragón), Enrique y Pedro al castillo de Xàtiva con la misión de asesinar el último Bel·lònida.