Tal día como hoy del año 1918, hace 100 años, la prensa de la época publicaba que ya se había completado la tarea de identificación de las 22 víctimas (21 niños y un adulto) de una estampida en la platea del Cine la Paz, en Castelló (País Valencià). La mayoría de las víctimas de aquella tragedia eran espectadores de la platea principal y murieron a causa de una estampida provocada por una falsa alarma. El único adulto muerto era el joven Pasqual Escoín, natural y vecino de Benicàssim (Plana Alta), que fue pisoteado por la multitud después de caerse por las escaleras mientras ayudaba a los niños que habían quedado inmovilizados en un rincón. Sería la primera víctima identificada.

Según la prensa de la época, la relación de niños y niñas muertos en aquella tragedia era esta: Evarist Ferrer Escudero, Josep Aragul Domènech, Pau i Juli Jimenez Delforn, Josep Agost Breva, Pere Mitjavila Aldaba, Carmeta Vidal Llop, Vicent Navao Sidró, Elies Fajardo Esteve, Francesc Miralles Campos, Guillem Marqués Fierro, Ramon Martinez Nos, Felip Sobado Morales, Pasqual Sos Pesca, Antonio Porcar Ferran, Vicent Garcia Arnal, Blai Castillo Benedito, Francesc Bayod Cervera, Josep Cervera Llop i Vicent Vicent Bayo. Bonaventura Aller Martí murió en el hospital al día siguiente del suceso. Todos tenían entre ocho y doce años, y eran vecinos de la ciudad de Castelló.

Identifican a los 21 niños muertos en la estampida del cine de Castellón. Foto de la fachada del Cine la Paz (principios siglo XX). Fuente Fototeca Heraldo de Castellón. Ministerio de Cultura

El exterior del Cine de la Paz de Castelló, a principios del siglo XX / Fototeca Heraldo de Castellón. Ministerio de Cultura

El Cine de la Paz, situado en la esquina de las calles de Herrero i de Asensi, era una de las principales atracciones de la ciudad. La prensa de la época relata que la tarde del domingo 17 de noviembre se exhibía la película Los huérfanos del puente de Nuestra Señora, dirigida al público infantil, y la sala presentaba un lleno absoluto. La fuerte tormenta que, desde primera hora, azotaba Castellón provocó un corte eléctrico que no solo interrumpió la película, sino que dejó la sala totalmente a oscuras. Según la prensa de la época, una voz de hombre procedente de un palco gritó "Fuego, sálvese quien pueda" y acto seguido se produjo una estampida de espectadores aterrados.

Siempre según relata la prensa de la época —y confirman las investigaciones posteriores—, los espectadores de la platea se precipitaron hacia las puertas y las escaleras que conducían en la salida. Los niños que en la huida se caían en los pasillos o las escaleras o quedaban atrapados en un rincón morían aplastados o asfixiados. Solo la intervención de Pasqual Escoín y de un bombero anónimo, que reventó una pared a golpes de mazo, evitaron un número mayor de víctimas. Castelló, entonces una pequeña ciudad de 35.000 habitantes, viviría el entierro con un luto de una intensidad extraordinaria. El autor de la falsa alarma que provocó la tragedia no fue nunca identificado.

Imagen principal: Foto de las víctimas de la tragedia / Fototeca Heraldo de Castellón. Ministerio de Cultura