Tal día como hoy del año 1939, hace 85 años, en el contexto de la Guerra Civil española (1936-1939), un pelotón militar del ejército rebelde franquista fusilaba a Carme Claramunt i Barot, la primera mujer que sería ejecutada en el siniestro Camp de la Bota. Durante la ocupación y la primera década de la posguerra, el régimen nacionalcatólico franquista ejecutó a 1.734 prisioneros políticos republicanos en el Camp de la Bota. Oficialmente, Carme Claramunt fue detenida, acusada y condenada a muerte por su afiliación al partido independentista Estat Català.

Pero las verdaderas causas que llevaron a Carme Claramunt al cadalso de la muerte serían las mismas que las de miles de personas que fueron delatadas a las autoridades del nuevo régimen por parientes o vecinos que aspiraban a dirimir los conflictos domésticos que los enfrentaban aprovechando el clima de represión impuesto por los ocupantes. Según la investigación historiográfica, Carme Claramunt, residente en la calle del Mar de Badalona, fue delatada por una vecina llamada Maria Sallent, que había perdido a dos hijos durante la guerra (asesinados por elementos supuestamente revolucionarios).

Según la misma investigación, poco antes de la ocupación franquista de Badalona, Carme Claramunt había recibido la cesión de la tienda donde había trabajado durante los últimos años, y que había sido propiedad de su tía Angèlica Picas. La vecina en cuestión, Maria Sallent, se había autoconvencido de que tanto Carme Claramunt como Angèlica Ribas estaban en deuda con ella; aunque no eran anarquistas, sino independentistas, y no habían tenido ninguna relación con el asesinato de sus hijos. Y que esta deuda se saldaría con la cesión a su favor de la tienda de Angèlica Ribas.

Poco después de la ocupación franquista de Badalona (27 de enero de 1939), Maria Sallent delató a Carme Claramunt y a Angèlica Ribas, que fueron detenidas por elementos falangistas forasteros que habían llegado con los ocupantes. Ambas fueron recluidas en la prisión de mujeres de Les Corts de Barcelona el 8 de marzo de 1939; pero Carme, concretamente, fue catalogada como una “mujer muy peligrosa y nefasta para el Glorioso Alzamiento Nacional”. El 27 de marzo fue condenada a muerte por un consejo de guerra militar.

En la última carta que escribió, dirigida a su tía Angèlica y que le obligaron a redactar en castellano, dijo: “Tú ya sabes que no morimos nada más dejamos la tierra”. Carme Claramunt, nacida en Roda de Berà (Tarragonès) en 1897, en el momento en que fue asesinada tenía 41 años y el recuerdo reciente de una época de ilusión en la justicia social y de esperanza en la plenitud nacional de Catalunya. Una etapa que fue brutalmente restañada por un golpe de estado y una guerra civil que solo en Catalunya costó 60.000 encarcelados, 90.000 muertos y 300.000 exiliados.