Tal día como hoy del año 1936, hace 86 años, en Barcelona, en el Bar del Pi —de la plaza de Sant Josep Oriol, delante de la basílica de Santa Maria del Pi—, un grupo de dirigentes de la Unió Socialista de Catalunya, del Partit Comunista de Catalunya, del Partit Català Proletari i de la federación catalana del PSOE, liderados por el diputado de la USC Joan Comorera, fundaban el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). En aquel acto fundacional, Joan Comorera (Cervera, 1894 – Burgos, 1958) fue elegido secretario general de la nueva formación. Aquel nuevo partido, aunque tenía una fuerza electoral muy pequeña (sólo los cinco diputados de la USC en el Parlament) adquiriría un protagonismo destacadísimo en la política catalana durante la Guerra Civil (1936-1939).

Desde el primer momento, Comorera se presentó como el puntal necesario del president Companys. Barcelona había sido la única ciudad de la República que había derrotado por la fuerza de las armas el golpe de estado militar que había conducido al estallido de la Guerra Civil. Pero en aquella victoria de la democracia, había tenido un papel destacado el sindicato anarquista CNT-FAI, que había puesto a tres mil milicianos armados en la calle. La CNT-FAI se había convertido en la principal fuerza armada de Catalunya, y la agenda política del país estaba totalmente condicionada por la estrategia anarquista. Durante las semanas inmediatamente posteriores al golpe de estado abortado, los anarquistas habían usurpado el control del orden público y estaban cometiendo auténticas atrocidades.

A pesar de su escasa fuerza parlamentaria (cinco diputados de ochenta y cinco del Parlament) y la escasa capacidad de influencia (ERC tenía mayoría absoluta con cincuenta y seis escaños), el PSUC se convirtió en una fuerza política principal gracias al apoyo que recibía del régimen estalinista de la Unión Soviética. El PSUC contribuyó decisivamente a acabar con la criminalidad de la CNT-FAI, derogando —desde el Gobierno— el Comité de Milicias Antifascistas (1 de octubre de 1936) o derrotando militarmente a los anarquistas (Hechos del 3 al 6 de mayo de 1937). El PSUC mantuvo una relación muy estrecha con los prosoviéticos PSOE y PCE, que controlaban el gobierno de la República, pero Comorera no se cansaría de proclamar: "Somos catalanes por naturaleza, somos españoles por coacción".