Tal día como hoy del año 1936, hace 87 años, el golpe de estado militar contra la República que se había iniciado dos días antes (17 de julio de 1936) en las guarniciones coloniales del Rif (tercio norte del actual estado de Marruecos) y que se había propagado por la Península al día siguiente (18 de julio de 1936), llegaba a Catalunya. Desde primera hora de aquella jornada, se produjeron combates armados en varios puntos de la ciudad de Barcelona, que enfrentaron al ejército español (que se había rebelado contra la legalidad republicana) contra las fuerzas leales a la Generalitat (Mossos d'Esquadra, Guardias de Asalto, Guardia Civil) y milicianos organizados de la CNT-FAI, Estado Catalán, el CADCI y otros sindicatos y formaciones políticas.

Los principales combates se produjeron en el Raval, el Paral·lel, las Drassanes, la Barceloneta y la Estació del Nord. Según la investigación historiográfica, a las cuatro y media de la mañana, dos columnas de artillería del ejército rebelde salieron del cuartel de Sant Andreu. Después de algunos tiroteos, hacia las seis de la mañana ocuparon la plaza de Catalunya. Mientras eso sucedía, otros grupos de militares rebeldes salieron de los cuarteles del Bruc (Diagonal) y Lepant (Gran Via) en dirección a Capitanía General, pero fueron interceptados en el Paral·lel por las columnas de milicianos, que les derrotaron. Al mismo tiempo, las fuerzas policiales leales a la Generalitat expulsaban a los militares rebeldes de la plaza de Catalunya, les derrotaban y les detenían en las calles altas del Raval.

El día siguiente, los dirigentes anarquistas, conscientes de que se habían convertido en la primera fuerza armada de Catalunya (habían reunido a más de 30.000 efectivos armados, lo que representaban cinco veces la suma de los cuerpos policiales de la Generalitat), perpetraron un golpe de estado. El presidente Companys, en lo que sería el mayor error de su carrera política, consintió la creación del Comité de Milicias Antifascistas, presentado como un gobierno de concentración, pero que, en realidad, era un golpe de estado anarquista. Este Comité impuso a las siniestras Patrullas de Control, formadas por delincuentes comunes excarcelados por el líder anarquista Durruti, que arrinconaron a los cuerpos policiales y cometieron miles de asesinatos.