Tal día como hoy del año 1931, hace 93 años, Francesc Macià, fundador y líder del partido independentista Estat Català, llegaba a Barcelona desde el exilio de Bruselas. Macià, diputado en las Cortes españolas, se había ido al exilio después del golpe de estado del general Primo de Rivera (1923) que había puesto fin a medio siglo de régimen constitucional (1874-1923). En el exilio había ganado un extraordinario protagonismo, simultáneamente al desprestigio que erosionaba a los líderes de la Lliga Regionalista (colaboradores del golpe de estado de Primo de Rivera). Desde el exilio, Macià había ganado las simpatías de las comunidades catalanas en el exterior para el proyecto independentista y había conseguido poner la causa independentista en las portadas de los principales diarios europeos.

Macià ya había intentado, poco antes, el retorno. Había sido durando la festividad de la Mercè del año anterior, coincidiendo con la descomposición del régimen dictatorial. Según la prensa de la época (La Vanguardia, edición del 25 de septiembre de 1930), Macià se había paseado por la plaza Sant Jaume, por la calle Ferran y por la Rambla, acompañado por Ventura Gassol (futuro conseller de Cultura) y por Jaume Aiguader (futuro primer alcalde independentista de Barcelona). Y según la misma prensa, había sido aclamado por la multitud, que ya lo consideraba el héroe que tenía que conducir Catalunya hacia la libertad. No obstante, la policía española, en una maniobra vergonzosa, lo expulsó y Macià tuvo que retornar, momentáneamente, a Bruselas.

Cuando volvió, el 22 de febrero de 1931, se entregó a una actividad frenética. El general Berenguer (el relevo de Primo de Rivera) había convocado unas elecciones municipales que se tenían que celebrar el 12 de abril siguiente y que tenían que devolver el estado español a un régimen de libertades. Durante las semanas inmediatamente posteriores al retorno, se reunió con varios líderes y fundó la plataforma Esquerra Republicana de Catalunya, formada por las formaciones independentistas Estat Català (Macià) y Grup d'Opinió de Barcelona (Lluhí i Vallescà), y por las formaciones federalistas Partit Català Republicà (Companys) y Joventut Republicana de Lleida (Torres), que ganaría, ampliamente, aquellos comicios y que conduciría a la restauración del autogobierno perdido en 1714.