Tal día como hoy del año 1379, hace 644 años, en Santo Domingo de la Calzada (corona castellanoleonesa), moría envenenado Enrique de Trastámara, hijo ilegítimo del rey Alfonso XI de Castilla y de León y de su amante Leonor de Guzman. El rey y padre biológico lo nombró conde de Trastámara, un dominio señorial situado al noroeste de Galicia (en la archidiócesis de Santiago), y él lo convertiría en su patronímico y en el de su descendencia. Enrique se coronó rey después de matar con sus propias manos a su hermanastro Pedro I, mal denominado el Cruel.

Enrique siempre ambicionó el trono y maniobró para conseguir unir a su causa a una parte importante de la nobleza castellana. En estos pactos, los jefes de las diferentes facciones prometían importantes compensaciones a sus partidarios. Enrique fue especialmente generoso, motivo por el cual, se lo llamaba también "el de las Mercedes". En el bando de Enrique se alinearon la aristocracia nobiliaria del reino y las coronas catalanoaragonesa y francesa. Y en el bando de Pedro, el rey legítimo, combatieron la baja nobleza, las clases mercantiles y populares, y la corona inglesa.

En el episodio culminante de aquel conflicto (batalla de Montiel, 1369), el rey Pedro sufrió una derrota a manos de las tropas de Enrique y de sus mercenarios catalanes y franceses. Según las fuentes documentales, los ganadores le ofrecieron capitular la derrota en condiciones honrosas y lo condujeron hasta el campo de Enrique. Las mismas fuentes revelan que en la tienda de campaña de Enrique, el Trastámara y Bertrand Du Guesclin (capitán de los mercenarios bretones), tumbaron al rey Pedro y lo apuñalaron repetidamente hasta causarle la muerte.

Después de aquel episodio, Enrique se convirtieron en rey de la Corona castellanoleonesa, reinó como Enrique II e inauguró una nueva etapa dinástica, pero murió, prematuramente, envenenado muy probablemente por los partidarios del difunto Pedro. El primogénito de Enrique II, Juan, futuro Juan I de Castilla y de León, se casaría con Leonor, hija de Pedro III de Catalunya y Aragón, aliado del Trastámara en el conflicto civil castellanoleonés y pieza clave en la victoria y coronación de Enrique. Juan y Leonor serían los padres de Fernando de Antequera, el primer Trastámara en el trono de Barcelona (1412).

Justo cien años después de la muerte de Enrique de Trastámara, moría su bisnieto Juan II de Catalunya y Aragón (1479), y su tataranieto Fernando, nombrado el Católico, se convertía en el nuevo soberano catalanoaragonés. Fernando ya estaba casado con Isabel (1469), también tataranieta de Enrique II, que ya era reina de la Corona castellanoleonesa desde 1474, como a Isabel I, nombrada la Católica.