Tal día como hoy del año 565, hace 1.557 años, en Constantinopla (capital del Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino) era enterrado solemnemente el emperador Justiniano, que había impulsado el ambicioso proyecto Recuperatio Imperii, que perseguía la restauración del Imperio romano en su plenitud. Justiniano (Tauresium, actual República de Macedonia del Norte, 482) fue el último emperador bizantino que tuvo el latín como lengua de uso habitual y su administración fue un modelo para los diversos reinos germánicos (francos, visigodos, ostrogodos, vándalos) de la Europa occidental.

También durante su reinado el Imperio bizantino alcanzó su máxima expansión territorial: conquistó y dominó las antiguas provincias romanas del noroeste de África (entre Túnez y Ceuta); las grandes islas del Mediterráneo occidental (Malta, Sicilia, Cerdeña, Mallorcas); la península italiana (desde Calabria hasta el valle del Po); y la cornisa mediterránea de la península ibérica, desde la desembocadura del Júcar (aunque algunos autores afirman que también habría dominado el actual Valencia cap i casal) hasta la punta de Gibraltar.

Durante la dominación bizantina (552-619), el territorio de lo que, más adelante, sería el sur valenciano (valles de los ríos Júcar y Segura; y posiblemente del río Turia); conoció una etapa de fuerte crecimiento económico y de recuperación cultural y urbana. Según las fuentes documentales, surgió un comercio muy activo —basado en la exportación de productos agrarios— entre este territorio peninsular, el resto de provincias bizantinas del Mediterráneo y la metrópoli imperial, que fue especialmente beneficioso para las oligarquías latifundistas de origen hispano-romano.

Durante este periodo resurgieron varias ciudades fundadas durante la época romana que durante los últimos siglos del Imperio (III a V) habían entrado en crisis: Ilice (Elx); Bigastrum (Bigastre); Orcelis (Oriola) o Cartago Spartaria (Cartagena) que sería la capital del territorio bizantino peninsular. Y, posiblemente, también la ciudad de Valentia (Valencia). La información de este periodo es muy escasa, pero por lo que sabemos de otros territorios próximos que fueron conquistados y dominados por los bizantinos, la religión ortodoxa fue convertida en la confesión oficial y mayoritaria de aquellas sociedades.