Tal día como hoy, hace 79 años, empezó la Batalla de Teruel, que sería la más mortífera de la guerra de 1936-1939. En el transcurso de esta batalla, que se alargó por un espacio de tiempo de 71 días, murieron 97.000 combatientes, el equivalente al censo actual de población de la ciudad de Girona. El 23 de febrero de 1938 el recuento de bajas era de 43.000 muertos en el bando sublevado y 54.000 en el ejército de la República -6.000 de los cuales se estima que eran catalanes. Los intensos combates y las duras condiciones climatológicas (fuertes nevadas y temperaturas mínimas de -20) fueron una mortífera combinación con un horrible saldo final.

Soldados republicanos en el frente de Teruel

El mando republicano planteó la ocupación de Teruel para liberar la presión que el bando insurrecto ejercía sobre Madrid. El plan consistía en atacar la retaguardia franquista que rodeaba la capital del Estado desde las estribaciones de la cordillera que separa Aragón y Castilla. Con este propósito el ejercido republicano -dirigido por Líster- lanzó una ofensiva -formada por 77.000 soldados- que alcanzó los objetivos con relativa facilidad. La respuesta franquista no se hizo esperar, y con la ayuda de las aviaciones de la Alemania nazi y de la Italia fascista, desencadenó una contraofensiva que pondría de relieve la verdadera estrategia de los sublevados: la guerra de exterminio.

Los soldados republicanos estaban mal avituallados y mal armados. Datos que revelan que el resultado de la guerra ya estaba decidido. Con la contraofensiva los insurrectos consiguieron romper la zona republicana en dos partes incomunicadas. Catalunya quedó aislada y condenada a resistir en solitario. Franco abandonó el círculo de Madrid para concentrar el grueso de su ejército en el frente Segre-Ebro. Y desde allí inició una campaña de bombardeos aéreos sobre la población civil y un avance lento y destructivo -la guerra de exterminio- que en Catalunya se saldó -sin contar la represión de la post-guerra- con el macabro balance de 50.000 muertos y 100.000 exiliados.