Tal día como hoy, hace 301 años, Felipe Vel primer Borbón– firmaba el decreto de abolición de las instituciones de gobierno de las Illes Balears. Este decreto, llamado de Nueva Planta, había sido redactado, 14 años antes, en Madrid, por los secretarios de Estado castellanos y sus asesores franceses de la corte de Luis XIV –el abuelo del Borbón español que le tutelaba la obra política e, incluso, la vida privada–. Con el Decreto de Nueva Planta borbónica –absolutista y centralista– se liquidaban las instituciones que habían gobernado las Balears durante cinco siglos, y eran reducidas a la categoría de simple provincia de Castilla.

La aplicación de este decreto era una de las consecuencias directas de la Guerra de Sucesión (1705-1715). El precio de la derrota –de los países de la corona catalanoaragonesa– fue la aplicación del derecho de conquista, que, en Mallorca, en Eivissa y en Formentera, los borbónicos ejercieron de varias maneras. Una fue la prohibición –y persecución– de la lengua catalana. La abolición de las instituciones, la supresión del derecho foral y la imposición de un nuevo sistema de gobierno provocó el desplazamiento de las élites políticas y culturales del país en beneficio de una casta forastera –castellana y españolista– que ejercía el poder con un ademán colonialista y un propósito asimilacionista.

Un mapa de la Ciutat de Mallorca de 1644.

En cambio, en Menorca, con la nueva administración británica –el primer Borbón había transferido la isla a los británicos para conseguir la retirada del apoyo que Londres prestaba a la causa del Habsburgo–, el catalán no fue nunca prohibido ni perseguido. Incluso el gobernador Kane, el más amado por sus coetáneos menorquines, lo aprendió y lo cultivó para poder tener una relación fluida con los estamentos tradicionales de la isla. Hasta 1802, después de 94 años de gobernación británica, Menorca no pasó a formar parte de los dominios españoles. Cuando se produjo este hecho, la primera medida que aplicaron las autoridades españolas fue la prohibición de la lengua catalana.