Tal día como hoy del año 1960, hace 57 años, moría en Tolosa de Languedoc (Occitania, Francia) Nativitat Yarza Planas, que había sido la primera mujer en la historia de Catalunya e incluso del Estado español que resultó elegida alcadesa en unas elecciones democráticas. Fue en las elecciones municipales del 14 de enero de 1934 -durante la Segunda República española- que Yarza, encabezando la lista de Esquerra Republicana de Catalunya en el municipio de Bellprat (Anoia) ganó la alcaldía con sólo 5 votos de diferencia con respecto a la Lliga Regionalista, el gran rival político y electoral del partido del president Companys.

La elección de Yarza tuvo un gran impacto mediático en la sociedad catalana de la época. Sólo hacía poco más de dos años que se había universalizado el sufragio femenino, hasta entonces limitado a las mujeres solteras mayores de 23 años que no fueran prostitutas. Nativitat Yarza, que era partidaria convencida del estado del bienestar y de las políticas sociales que lo garantizan, no tuvo tiempo de aplicar su programa. Después del 6 de octubre de 1934 -el encarcelamiento del Govern de la Generalitat y la suspensión de la autonomía catalana- fue depurada por las autoridades gubernativas españolas. Fue trasladada por la fuerza a La Pobla de Claramunt (Anoia) y obligada a renunciar a la alcaldía.

Nativitat Yarza, en una recepción en el Palau de la Generalitat en 1934, en presencia de Lluís Companys y Josep Tarradellas

Nativitat Yarza era una maestra de enseñanza primaria nacida en Valladolid en 1872, hija de un aragonés y de una navarra. Su padre -un zapatero del ejército español- fue destinado a Barcelona cuando ella tenía 4 años. Desde entonces toda su vida y el ejercicio de la profesión transcurrirían en Catalunya. Entusiasta de la lengua, de la cultura y de la historia de Catalunya -de su conocimiento y de su divulgación- y comprometida políticamente con las clases más humildes, después de la ocupación franquista se tuvo que exiliar y sobrevivió haciendo trabajos domésticos en las casas de la burguesía de Tolosa de Languedoc. Murió con 87 años sin haber podido volver.