Tal día como hoy del año 1321, hace 702 años, los representantes de las cancillerías de Barcelona y de Granada, gobernadas, respectivamente, por los reyes Jaime II e Ismail I, firmaban un acuerdo de paz que ponía fin a unas hostilidades seculares, que se remontaban a la época de la conquista catalanoaragonesa de Valencia y Murcia (1232-1303). Aquel acuerdo de paz pretendía, también, obtener la colaboración de la monarquía nazarí granadina en la destrucción de la piratería musulmana, que impedía el tráfico naval por el estrecho de Gibraltar. Desde finales del siglo anterior, los barcos mercantes catalanes, valencianos y mallorquines ya frecuentaban las costas atlánticas norteafricanas.

Aquel acuerdo de paz también confirmó una alteración de pesos de las potencias cristianas peninsulares. La corona castellanoleonesa que, históricamente, había intervenido en las luchas internas granadinas con el objetivo de debilitar el reino nazarí, se vio obligada a retirarse del escenario. Poco antes, los granadinos habían derrotado a los castellanoleoneses en Pinos Puente (1319), y los generales Pedro y Juan de Castilla, miembros de la familia real, habían muerto en combate. Después de aquella derrota, denominada el "Desastre de Elvira", los nazaríes rompieron la supeditación que les ligaba a Toledo, y buscaron un reequilibrio de fuerzas con un pacto con Barcelona.

Aquel pacto tenía una validez de cinco años y a su vencimiento (1326) fue renovado por cinco años más. Durante aquel periodo, las rutas mercantiles catalanas se expandieron hacia las costas atlánticas europeas y africanas. Pero en 1331 ya no se renovó. Ismail I había muerto (1325), y su hijo y sucesor Mohammed IV estaba demasiado ocupado combatiendo las rebeliones internas, atizadas, de nuevo, por los castellanoleoneses desde que su rey Alfonso XI había alcanzado la mayoría de edad y gobernaba en solitario. A partir de 1333, la cancillería de Barcelona ordenaría varios ataques contra puertos granadinos que acogían piratería musulmana, y en 1339, en Ceuta, los catalanes los derrotarían definitivamente.