Tal día como hoy del año 1706, hace 315 años, el Dietari de la Generalitat consignaba la recepción de una misiva oficial firmada por el conde de Uhfeldt, secretario de Estado de la cancillería austriacista en Barcelona; que informaba de que Carlos de Habsburgo había resuelto integrar el somatén de Catalunya en el ejército imperial. El somatén era un cuerpo paramilitar integrado por civiles y creado para la defensa de la tierra en tiempo de conflicto bélico. Este cuerpo tenía su origen en la Catalunya del siglo XI —durante la revolución feudal—; y en el transcurso de los siglos posteriores había desarrollado, también, funciones policiales. Los somatenes locales habían sido el principal recurso defensivo de las villas en su lucha contra el bandolerismo de raíz señorial (los nyerros) en la etapa de máxima incidencia de este fenómeno (siglos XVI y XVII).

En aquella misiva, Uhfeldt pedía a la Generalitat que cursara instrucciones a todas las ciudades y villas del Principat, para crear regimientos de somatenes; que serían dirigidos por una cadena de mandos formada por un coronel, uno o más tenientes coroneles y uno o más sargentos mayores. Y que estos mandos serían nombrados directamente por Carlos de Habsburgo a propuesta del diputado militar (el equivalente a conseller de interior) de la Generalitat de Catalunya. En aquella misiva también se decía que los salarios que cobrarían los oficiales y la tropa de aquellos nuevos regimientos —que tenían que tener un mínimo de 1.000 hombres armados cada uno— se calcularía a partir del día que salían de casa, y que estaría a cargo de las corporaciones municipales que los habían reclutado. En aquella misiva se confirmaba, también, que el capitán general de las tropas catalanas sería un militar catalán.