Tal día como hoy del año 1714, hace 303 años, capitulaba Cardona, la última plaza antiborbónica del Principat, cuando hacía justo una semana de la rendición de Barcelona. La caída de Cardona significaría el fin del conflicto convencional, que inicialmente había enfrentado a Habsburgo i Borbones por el trono de Madrid y, en el tramo final, a las monarquías hispánica y francesa contra el Principat de Catalunya. Después de la caída de Cardona aparecería un movimiento de resistencia que desembocaría en la continuación del conflicto, en forma de guerrillas, con el enfrentamiento de los miquelets, excombatientes del partido catalán, con los ejércitos de ocupación borbónicos y los elementos colaboracionistas.

Cardona era una plaza militar de primer orden que ya había vivido un capítulo bélico decisivo en el transcurso de aquella guerra. El año 1711, tres años antes de la capitulación de Barcelona, los ejércitos francocastellanos del primer Borbón hispánico ya habían iniciado la conquista militar del Principat. El alto estado mayor borbónico consideró que el control del castillo de Cardona era decisivo para aislar Barcelona de los ejércitos catalanes que combatían en el centro del país. El fracaso borbónico en la misión de conquista de Cardona, defendida por un contingente militar formado por austríacos y catalanes comandados por Eck y por Desvalls, provocaría un descalabro formidable en las filas francocastellanas.

Grabado francés de Cardona / Fuente: Archivo de El Nacional

La imposibilidad borbónica de controlar el eje Barcelona-Pirineos alargaría el conflicto tres años. El mismo Luis XIV de Francia lo reconocería en sus memorias. Pero, sobre todo, causó una fuerte impresión en todas las academias militares de Europa. La artillería francesa, considerada implacable en la destrucción de sus objetivos, solo había conseguido rascar la cortina de muralla del castillo de Cardona. Y la infantería hispánica, en otro tiempo imbatible, se desmoronaba como un castillo de cartas cada vez que los fusileros catalanes rompían el asedio. Tres años después, la Cardona no conquistada capitularía como última plaza antiborbónica de Catalunya.

 

Imagen principal: Plano francés de Cardona / Fuente: Archivo de El Nacional