Tal día como hoy del año 451, hace 1.572 años, en algún lugar del valle del río Marne (al noreste de la actual Francia) se libraba la Batalla de los Campos Cataláunicos, que enfrentó una coalición formada por el imperio romano de Occidente y la monarquía visigótica de la Galia, comandadas por el emperador romano Flavio Aecio y el rey visigodo Teodorico, contra las tropas del imperio de los hunos, dirigidas por su monarca Atila. Aquella batalla fue la última operación a gran escala en el imperio romano de Occidente y la primera gran derrota de los hunos. Veinticinco años más tarde (476), el imperio romano de Occidente desaparecía definitivamente fragmentado en los diversos estados germánicos surgidos sobre los antiguos dominios de la Loba Capitolina.

A mediados del siglo XIX, una parte de la historiografía catalana, sugirió que el origen del topónimo Catalunya estaba relacionado con el nombre de los campos donde se libró aquella batalla. Esta hipótesis se fundamentaba en la participación de una parte del mundo visigótico asentado en el arco mediterráneo del golfo de León, entre Nimes y Tortosa, desde principios del siglo V, que había tenido una destacadísima participación en aquella batalla. Según los mismos historiadores que sostenían esta hipótesis, tres siglos más tarde (siglo VIII) este mismo grupo romano-visigodo de la Narbonense y de la Tarraconense habría contribuido decisivamente en la creación de la Marca carolingia de Gotia, cuna de los condados catalanes medievales.

La investigación moderna ha desestimado totalmente esta hipótesis. Los investigadores actuales sostienen que el topónimo Catalunya procedería del nombre altomedieval Castelania (que significaría tierra de castlans —los mayorales de los castillos— o tierra de castillos —tierra de marca fronteriza—); o bien que sería fruto de la alteración silábica del topónimo norteibérico (conservado, popularmente, durante las etapas romanas y visigóticas) Lacetania o de Laietania (tierra de los lacetanos, en la actual Catalunya central, o tierra de los layetanos, en el actual plano de Barcelona, Vallés y Maresme). Según esta última teoría, el topónimo "La-ce-ta-nia" o "La-ie-ta-nia" habría evolucionado a "Ca-te-la-nia" o "Ca-te-lo-nia).