Tal día como hoy del año 1993, hace 24 años, en Montanejos (País Valencià) Guillem Agulló i Salvador era brutalmente asesinato por un grupo de la ultraderecha españolista denominado Marchalenes-IV Reich. Aunque sólo tenía 18 años, era un joven especialmente comprometido con los valores de la libertad y de la solidaridad, un defensor incansable de la lengua catalana del País Valencià y del proyecto político y cultural de los Països Catalans. Y un destacado activista cultural y político en Burjassot (País Valencià), su pueblo nativo. Guillem Agulló, aunque la justicia española no lo quiso reconocer, fue asesinado en un acto de terror por sus ideas políticas.

El día de los hechos Guillem Agulló estaba en Montanejos –una pequeña localidad turística situada en la zona montañosa de Castelló–. Sus asesinos lo localizaron, lo identificaron y le clavaron múltiples puñaladas que le causaron la muerte. Poco después, la policía detendría a los autores del asesinato; pero, paradójicamente, en el juicio no se reconoció la naturaleza de odio y la motivación política e ideológica del crimen. El único condenado, Pedro Cuevas alias el Ventosa –que había confesado la autoría del crimen–, sólo cumplió cuatro años de reclusión, y en el 2008 se presentaba a las elecciones municipales como candidato de un partido de ultraderecha en Xiva (País Valencià).

El asesinato de Guillem Agulló se cometió en un contexto de extrema violencia que explica una de las páginas más trágicas de la historia reciente del País Valencià. Durante el último cuarto del siglo pasado, grupos paramilitares de la ultraderecha españolista persiguieron, asediaron, amenazaron, apalearon y asesinaron a personas del catalanismo cultural y político, de los sindicatos obreros y de los movimientos de liberación gay. El asesinato de Guillem Agulló por su brutalidad y por la inacción de la justicia marcó un punto de inflexión. Provocó un movimiento de gran indignación en la sociedad que convertiría su figura en un mito de la lucha por la libertad y la plenitud de los Països Catalans: “Guillem Agulló, ni oblit, ni perdó”.