Tal día como hoy del año 1605, hace 417 años, un grupo de agentes de la monarquía hispánica infiltrados en las instituciones políticas inglesas fueron detenidos cuando se disponían a volar el Parlamento inglés durante su sesión inaugural. En aquella sesión estaba presente el rey Jaime I de Inglaterra e IV de Escocia, que, desde que había sido coronado (1603), mantenía una posición alejada del conflicto politico-religioso que afectaba al país desde la fundación de la Iglesia de Inglaterra (1534): no favorecía a la consolidación del culto anglicano, pero tampoco ponía freno a la persecución que sufrían los católicos.

Aquella trama fue denominada "Conspiración de la Pólvora", porque durante las semanas anteriores Guy Fawkes —el cabecilla del pelotón— y sus secuaces habían situado una gran cantidad de explosivos en el sótano de la Cámara de los Lores. Según las fuentes documentales, la madrugada que se tenía que cometer el atentado, la policía del rey recibió un anónimo que delataba a Fawkes. Las autoridades registraron el sótano del Palau de Westminster y lo encontraron custodiando una carga de treinta y seis barriles de pólvora. Las mismas fuentes señalan que la delación procedía del entorno de Fawkes.

Guy Fawkes era el líder de un pelotón reclutado por el embajador hispánico en Londres Juan de Velasco. Según las fuentes documentales, Fawkes trabajaba para los hispánicos desde la década de 1590 y había sido formado militarmente en los Tercios de Castilla destacados en Flandes. Las mismas fuentes revelan que poco antes de la comisión de aquel atentado, estuvo en Valladolid, en aquel momento capital de la monarquía hispánica (1604), ultimando los planes de lo que tenía que ser un golpe definitivo a Inglaterra. Fue juzgado y condenado a muerte, y se suicidó el 31 de enero de 1606, poco antes del día previsto de la ejecución.