Tal día como hoy del año 1923, hace 100 años, en Barcelona, el impresor Josep Zendrera i Fecha (Barcelona, 1894 – 1969) creaba la Editorial Joventut, que en el transcurso de este siglo de existencia ha editado más de 10.000 títulos en catalán, en castellano y en gallego, pero que sería especialmente conocida por ser la editora de Las aventuras de Tintín en catalán. Joventut es la única editorial del mundo que edita Tintín fuera del sello Casterman, la editorial belga que siempre ha tenido el monopolio de la edición de las aventuras del célebre personaje del dibujante Hergé.

La relación entre la Editorial Joventut y Casterman empieza el año 1956. En aquel momento, Conxita Zendrera, hija del fundador y jefa de la división infantil y juvenil de Joventut, acudió a un congreso en Bolonia (Italia). Allí conoció Las aventuras de Tintín y negoció la edición en castellano y en catalán de este álbum. A pesar de la persecución que, en aquel momento, el régimen franquista proyectaba sobre la lengua y la cultura catalanas, Zendrera convenció a los directivos de la Editorial Casterman de que Tintín tenía un nicho de mercado en lengua catalana.

Conxita Zendrera (Barcelona, 1919 – Esplugues, 2020) se encargó personalmente de la traducción del primer libro de Tintín al castellano, y encargó al periodista, traductor y escritor Joaquim Ventalló (Terrassa, 1899 – Barcelona, 1996) la traducción del primer libro de Tintín al catalán. Ventalló venía de una larga trayectoria de compromiso con la lengua catalana. Había sido el primer locutor de radio que había transmitido un partido de fútbol en catalán. Era el año 1928, un partido que jugaron la Real Unión de Irún y el FC Barcelona.

El primer título de Tintín en catalán fue Las joyas de la Castafiore (1964). El vocabulario de uno de los personajes principales, el capitán Haddock, se convertirían en uno de los elementos más destacados de los diálogos de aquellas aventuras y ha quedado en la memoria de varias generaciones de tintineros. Expresiones arcaicas como bufacanyesensofratgratapallesllamp de llamppaparrapelleringasabatotsaltamargestinyós tros de quòniam, rescatadas del olvido por Joaquim Ventalló, revivirían a través de los labios de aquel marinero huraño.

Después de Las joyas de la Castafiore, llegarían la traducción y edición de hasta veintidós títulos más de Las aventuras de Tintín en catalán (la totalidad del álbum de Hergé), que se comercializarían durante las décadas posteriores. Tintín y la Editorial Joventut —y Conxita Zendrera y Joaquim Ventalló, particularmente— escribieron una página muy importante de la historia de la resistencia, de la transmisión y de la recuperación de la lectura en la lengua del país, en un momento especialmente crítico que amenazaba con la desaparición del catalán.