El éxito de público, de organización de la carrera y la satisfacción de los pilotos de este fin de semana en Montmeló supone un impulso más para que la Fórmula 1 mantenga Barcelona y Catalunya como una de las carreras del circuito. Madrid tendrá su Gran Premio de España, que hasta este año ostentaba Montmeló, y eso no va a ser, obviamente, ningún problema. Su irrupción tirando de chequera institucional y con un circuito urbano que desagrada enormemente a los pilotos, ha dado a Madrid una plaza en el circuito. Veremos, en los próximos años, qué evolución tiene esta aventura denominada Madring, pero el hecho de que el piloto español de referencia en el circuito, el asturiano Fernando Alonso, actúe de embajador de Montmeló, ya da idea de que la desaparición del circuito catalán como un paso obligado de los pilotos no está en el horizonte.
Este año han asistido a la carrera de este domingo un total de 125.902 espectadores y se ha batido el récord del circuito. El total de asistentes al gran premio ha superado las 300.000 personas, un ejemplo más de que la organización y gestión de negocio a cargo de la Fira ha sido excelente, igual que la valoración muy positiva de los pilotos con las inversiones de 50 millones de euros para reforzar la seguridad. Una medida que lo convierte en uno de los preferidos por los corredores, por las escuderías y por los patrocinadores. Más allá de las lógicas colas en los accesos a Montmeló, se han mejorado los accesos por carretera y por tren que han contribuido a reducir las dificultades de otros años.
Se abre ahora un importante período de negociaciones para conseguir el mantenimiento y la estabilidad del circuito de Montmeló como una de las pruebas del circo de la Fórmula 1, más allá de 2026
Superado con éxito el trámite no menor de este fin de semana, se abre ahora un importante período de negociaciones para conseguir el mantenimiento y la estabilidad del circuito de Montmeló como una de las pruebas del circo de la Fórmula 1, más allá de 2026. Un total de 34 años acogiendo la carrera en Montmeló, desde 1991, es la apuesta más sólida que tiene Catalunya a la hora de negociar con la FIA, con Liberty Media en su condición de propietaria de los derechos comerciales de la F1 y con las escuderías y los patrocinadores. La gestión discreta llevada a cabo por la Fira y el papel de Oriol Sagrera, el hombre que mantiene desde hace un tiempo los contactos en las negociaciones con todo el mundo de la Fórmula 1, están bien encaminadas.
Mantener Montmeló como una de las carreras es también una apuesta de la Generalitat y del propio president Illa, que se ha implicado en varias de las reuniones más importantes. Catalunya tiene una magnífica hoja de servicios con la Fórmula 1 y eso, seguro, va a acabar contando. El gran premio de España corresponderá a la prueba que se celebrará en Madrid y el gran premio de Montmeló tendrá otra denominación en la que todos los esfuerzos se han de realizar para que aparezca Catalunya, algo que contribuiría a potenciar internacionalmente la marca, ya que, por ejemplo, en 2024 la asistencia a las carreras fue de 6,4 millones de personas y la audiencia televisiva acumulada de 1.550 millones de espectadores a nivel mundial. En redes sociales, la F1 tiene 96 millones de seguidores, lo que da una idea del impacto planetario que tiene.