La última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió, dada a conocer este jueves, presenta un dato muy relevante: el 50,3% de los catalanes está de acuerdo en convocar un referéndum sobre la independencia de Catalunya aunque el Gobierno español no lo permita, mientras que un 23,3% lo condiciona a un acuerdo con el Gobierno de Mariano Rajoy y un 22,7% se opone radicalmente a un referéndum sea unilateralmente o acordado con el ejecutivo español. La cifra es relevante por varios motivos y es la primera vez que el CEO la incorpora atendiendo a que el Govern catalán ha expresado en diversas ocasiones su voluntad de llevarlo a cabo aunque no haya acuerdo con Madrid: En primer lugar, porque evidencia la desconexión absoluta entre los intereses de una parte mayoritaria de los ciudadanos de Catalunya y el bloque antireferéndum que domina la política española entre PP, PSOE y Ciudadanos.

La pregunta que deberían hacerse políticos, medios de comunicación e intelectuales españoles es si es creíble insistir en situar a la mitad de la población de Catalunya fuera de la ley. Porque puede estar bajando el porcentaje de los favorables a la independencia unos pocos puntos pero la cuestión de fondo se mantiene: los catalanes quieren votar y uno de cada dos quiere que el Govern de Puigdemont y Junqueras convoque a la ciudadanía aunque sea con la oposición del Gobierno y las amenazas del Tribunal Constitucional. Es obvio que no es normal esta situación en la que ha desembocado el quietismo de Mariano Rajoy y que la solución del problema no se encuentra en desempolvar proyectos e inversiones en Rodalies que en el pasado no se cumplieron. Y que, además, una vez son anunciados con el boato correspondiente la rebelión de barones populares y socialistas obliga a una salida pública de Rajoy garantizando al resto de las autonomías que habrá dinero para todas y que Catalunya no tendrá privilegio alguno.

Esta encuesta del CEO, como casi todas, ofrece datos diferentes que desde El Nacional se los hemos explicado a lo largo del día en diferentes informaciones. Y como en la noche electoral, siempre puede encontrarse una u otra que satisfaga más a partidarios o contrarios a la independencia de aquí y, sobre todo, de allí. Pero los que realicen esta lectura se equivocarán. En estos momentos, el balón no está colocado en independencia sí o independencia no. El tema es previo entre los que quieren resolver las diferencias votando y los que impiden que una cuestión como ésta pueda ser votada por los ciudadanos catalanes. De ahí la importancia del CEO.