Dice Pedro Sánchez que España está obligada a vender armas a Arabia Saudí porque estos son los intereses de España. Es una manera de decirle al personal que si él no fuera presidente del gobierno pediría lo contrario, pero que las responsabilidades del cargo le obligan a hacer lo que quizás no quiere. La defensa de los intereses de España viene a ser como un cajón de sastre donde cabe todo, desde encarcelar a unos líderes sociales y a un gobierno con unas acusaciones que palmariamente son falsas hasta aplicar una violencia policial injustificada contra una ciudadanía que hacía cola en su colegio electoral para votar. En defensa de los intereses de España, el rey Felipe VI se posicionó en contra de la gran mayoría de la sociedad catalana en aquel terrorífico discurso del 3 de octubre del pasado año y hoy la monarquía española no está mejor en Catalunya, donde el jefe del Estado ha sido reprobado por el Parlament. Cada vez tiene también más dificultades para esquivar las protestas en Euskadi o Navarra; y, más recientemente, incluso ha tenido problemas en Asturias y en Balears.

Pero volvamos a las armas. Se puede mirar hacia otro lado en el caso de Jamal Khashoggi, el periodista saudí presuntamente asesinado por autoridades del país en la sede del consulado en Estambul. Sí, se puede. Pedro Sánchez lleva días haciéndolo para salvar unos miles de puestos de trabajo en Andalucía que, además, tiene las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina. Otra cosa es hacer esto con una mano y con la otra presentar tu política bajo la aureola de una ética intachable. Hombre, eso no. Lo que hace España con la venta de armas será muchas cosas menos ético.

Muy diferente ha sido la actitud de la canciller Angela Merkel, que ha suspendido la venta de armas a los saudíes mientras no se resuelva el caso Khashoggi. Y eso que para los alemanes también es un pico, ya que son en Europa los terceros en ventas de licencias de armas, por detrás de Francia y Reino Unido. Tras los germanos están Italia, Bulgaria y España, en el sexto puesto. ¿Cabe deducir de esta actitud de la canciller Merkel que no ha pensado en los intereses de Alemania? Nadie se atrevería a decir semejante tontería a la vista de la condena cada vez mayor contra Arabia Saudí en la opinión pública internacional.

¿No será que Merkel ha pensado que los intereses de Alemania se defienden mejor así? Haciendo de la condena más absoluta al régimen saudí bandera política e impulsando una oposición radical de la Unión Europea. A veces, también estaría bien que, ni que fuera por un rato, los intereses de España tuvieran esta mirada mucho más comprometida con valores tan fundamentales en una sociedad occidental. Porque ante un asesinato como el de Khashoggi no se puede estar en los dos sitios. O estás en en bando de los negocios o estás con la condena más rabiosa ante un pavoroso crimen de Estado.