No sé si queriendo o no pero son extraordinariamente importantes, valiosas y aclaratorias las declaraciones del teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas Ramos, que es en el organigrama el número dos de la fiscalía del Alto Tribunal, denunciando presiones de sus compañeros y acusándoles de estar contaminados ideológicamente. Es cierto que está hablando de las presiones que recibió de los fiscales para que no archivara las 21 querellas presentadas contra el Gobierno por su gestión en la crisis sanitaria por el coronavirus. Pero, en el fondo, el tema es casi anecdótico o muy menor ya que lo relevante es la confirmación realizada desde dentro de la carrera fiscal de la contaminación ideológica de dichos fiscales. Y también que quien haya puesto voz a algo tan grave sea alguien que lleva seis años como número dos de la fiscalía del Supremo y que ahora se siente más libre a la hora de opinar ya que está próximo a la jubilación: solo le quedan para ese momento 81 días.

Los dos fiscales a los que ha aludido Navajas son viejos conocidos del independentismo y jugaron un papel activo en el juicio del procés: Consuelo Madrigal, ex fiscal general del Estado con el gobierno de Mariano Rajoy y a la que ha citado explícitamente; y el segundo nombre es Fidel Cadena, a quien no citó, pero dio pistas suficientes y de hecho todo el mundo coincide en que se refería a él. Por una u otra razón pero ya iremos sabiendo muchas más cosas con el tiempo, sobre todo a medida que se enfrenten entre ellos diferentes estamentos de la carrera judicial. El asunto no tendrá consecuencias en la sentencia dictada por la sala presidida por el juez Manuel Marchena contra los líderes independentistas en lo que ha sido considerado el juicio más importante de las últimas décadas. Pero ahora sabemos desde dentro que el tándem Madrigal-Cadena estaba contaminado ideológicamente. Lo comprobamos durante semanas y no puede sorprendernos a nosotros lo que ha dicho Navajas: el juicio del 1-O fue en su conjunto una impresentable puesta en escena para condenar a los miembros del gobierno catalán, a la presidenta del Parlament y a los líderes de las entidades soberanistas a sentencias solo comprensibles en una causa general contra el independentismo catalán.

Europa ya dará buena cuenta de ello dentro de unos años aunque a ninguno de los condenados les acabará sirviendo en la práctica de mucho ya que los años de prisión los habrán acabado pasando. Esta es la tragedia de la diferente situación entre quienes tienen la sartén por el mango y los que son víctimas de la situación. Y que en días como este martes tienen que vivir situaciones como la de Jordi Turull, que ha perdido a su padre mientras cumplía condena en la prisión de Lledoners

Han pasado más de 24 horas de las declaraciones del fiscal Navajas sin que se haya anunciado oficialmente una investigación tras las graves acusaciones de contaminación ideológica a Madrigal y Cadena. Mucho me temo que se va a acabar tapando todo, que es lo que acostumbra a pasar en España cuando se quiere que el tema pase lo más desapercibido posible. Navajas ha abierto la caja de Pandora y a nadie le interesa remover el asunto ya que todos saldrían salpicados. Así se entiende cómo el PP se ha hecho con todo el poder de la judicatura ya que en el fondo ha sido el único que ha tenido una estrategia y ha ido siempre al ataque. Por eso solo ha aceptado renovaciones cuando tenía una posición de ventaja y, si no era así, iba al bloqueo puro y duro. O ganaba o no había partida.