El acto de proclamación este sábado del candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, despejando así cualquier duda de que el primer secretario del partido, Salvador Illa; el ministro de Cultura, Miquel Iceta, o algún otro outsider le pudiera llegar a disputar la elección, cierra prácticamente los posibles alcaldes de la capital catalana tras los comicios locales que se celebrarán el próximo 28 de mayo, domingo, a la espera de la designación de Xavier Trias.

Collboni, que optará por tercera vez a la alcaldía, quedó en tercera posición en 2019 con ocho concejales, dos menos de los que lograron ERC y Barcelona en Comú, y mejoró los resultados de su debut como alcaldable en 2015, en que había logrado cuatro ediles y la quinta posición. Dos de sus principales rivales ya han sido designados, la alcaldesa Ada Colau, que repite tras ocho años al frente de la ciudad, y Ernest Maragall, también candidato (y ganador) en 2019, y que tendrá su última oportunidad, ya que en enero cumplirá 80 años.

Nunca en los últimos años la victoria electoral había aparecido, cuando falta poco más de medio año, tan abierta y, por tanto, tan reñida. Colau, Maragall y Collboni tienen opciones de llevarse el gato al agua. Pero, seguramente, también las tendrá Trias a sus 76 años, si da finalmente un paso al frente, ya que el evidente desgaste de Junts, el conflicto interno del partido, los errores cometidos y la más que evidente fractura en la organización prácticamente no le afectan.

La marca Trias es, hoy por hoy, en Barcelona, muy superior a la marca Junts, de cuya dirección no forma parte ni ahora, ni antes. Sería también el único de los cuatro principales candidatos que podría acreditar que nada tiene que ver con el deterioro que ha padecido la ciudad desde que él dejó el cargo de alcalde en 2015, ya que Collboni ha sido la mayoría del tiempo teniente de alcalde de Colau y Maragall le ha dado más de un apoyo pese a estar en la oposición tras las municipales de 2019.

Aunque nadie conoce con precisión el calendario de Trias para anunciar su candidatura, son muchos los que especulan que será antes de que acabe noviembre. No necesita una campaña larga, ya que es de sobras conocido, pero el partido desea que sea cuando antes para que ayude a cerrar candidaturas que ahora están en el aire como consecuencia de decisiones controvertidas como, por ejemplo, la salida del Govern. Aunque las encuestas que se han publicado no le sitúan como ganador, sí recogen que potencialmente es el que tiene más margen de crecimiento entre los indecisos que, como es normal a estas alturas, es un porcentaje muy alto.

En cualquier caso, el final de ciclo de Colau parece evidente. Igual que los importantes vasos comunicantes, electoralmente hablando, de la alcaldesa con Maragall y Collboni; Maragall con Colau y Trias; Collboni con Colau y Trias; y Trias con Collboni y Maragall. Quien consiga robar más sufragios de esta bolsa electoral, que es la más grande de todas, se proclamará ganador la noche del próximo 28 de mayo.