Con la designación del diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez como coordinador del mecanismo internacional que debe velar por el cumplimiento de los acuerdos a los que se han emplazado a llegar el PSOE y Junts per Catalunya, la reunión que se ha celebrado este sábado en Suiza ha abierto de manera formal y discreta las negociaciones entre las dos formaciones políticas. Se ha dado así cumplimiento a los acuerdos del pacto de investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español, firmado en Bruselas el pasado 9 de noviembre.

Después de jugar al gato y al ratón durante varios días, se ha puesto algo de luz al apagón informativo que en las últimas fechas había rodeado la cita en el país helvético y se han definido más claramente los roles de los anfitriones —la Fundación suiza Henry Dunant—, el coordinador del mecanismo internacional —Galindo Vélez, que hará, llegado el momento, las veces de portavoz— y las otras dos patas del dispositivo político, también internacionales, y, en este caso, de nacionalidades europeas.

El nombre del diplomático Galindo Vélez quedó acordado entre el PSOE y Junts hace semanas y fue una sugerencia de Henry Dunant, que aportó el de otros perfiles similares que quedaron descartados. El hecho de que haya primado el nombre del candidato latinoamericano por encima de un europeo obedece a tres reflexiones: una mayor internacionalización del conflicto entre España y Catalunya, que así cruza con cierta fuerza el otro lado del charco; el conocimiento que dispone de la realidad histórica española, por razones obvias; y, también, que las funciones de portavoz que tendrá que realizar a la vuelta de las Navidades sean lo más fáciles posible.

La larga reunión de este sábado, en la que jugaron un rol de prestigio y liderazgo tanto José Luis Rodríguez Zapatero como Carles Puigdemont, aunque las caras visibles por ser descubiertos en el aeropuerto fueron Santos Cerdán (PSOE) y Míriam Nogueras (Junts), permitió realizar algo tan imprescindible como acordar la metodología de trabajo. Es decir, cómo se acompañará el trabajo previo a las reuniones mensuales que haya, que tendrán un carácter más técnico, y que serán, indistintamente en otras ciudades como, por ejemplo, Bruselas, Estrasburgo o, incluso, Madrid. No hay que olvidar que, según ha recalcado el president Carles Puigdemont, sin progresos en esta negociación política no habrá avances en cuestiones como los presupuestos generales del Estado.

El nombre del diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez quedó acordado entre el PSOE y Junts hace semanas y fue una sugerencia de la Fundación suiza Henry Dunant

El hecho de que las dos partes hayan acordado en el comunicado que la reunión "se ha celebrado en un ambiente cordial y de trabajo y se ha continuado avanzando" certifica que la voluntad expresada en la firma del acuerdo de principios de noviembre se mantiene. Y, también, que se ha entendido perfectamente el rol de cada parte en el mecanismo internacional que hará las funciones de acompañar, verificar y hacer seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos a los que se llegue. Tantas partes internacionales implicadas en una negociación que deberá ir reportando resultados periódicamente debería actuar como red de protección para que las negociaciones sean reales.

Todo ello se producirá, se está viendo, en un marco de tensión en la política española que ha aumentado muchos decibelios en las últimas semanas, con episodios de ataques al ejecutivo español, fundamentalmente desde el ámbito judicial a raíz de la ley de Amnistía. Veremos cómo casan las necesidades de Sánchez de atemperar las cesiones con las de Puigdemont, que serán justamente las contrarias.