Un centenar de entidades económicas y sociales de Barcelona han presentado este viernes un extenso documento de 74 páginas que pretende ser la guía en la que se asiente una ciudad diferente tras las próximas elecciones municipales. Aunque todos los partidos miraban de poner buena cara durante el acto, el manifiesto no es otra cosa que una enmienda a la gestión de la alcaldesa Ada Colau —quizás por eso no asistió—, ya que se pone el acento en una serie de temas tabú como la ampliación del aeropuerto y en general una mirada que puede ser tildada por algunos de sociovergente en las infraestructuras pendientes.

Nunca hasta la fecha había sucedido algo igual antes de unos comicios municipales. Como nunca tampoco había habido en determinados sectores de la ciudad una movilización tan importante para revertir el modelo de los últimos años y que en determinados casos ha actuado más como un freno que como motor de las energías de la capital catalana. Los organizadores han puesto el acento en potenciar la marca Barcelona como un paraguas que revalorice los principales sectores motores de la ciudad y sea un referente global a la hora de atraer inversiones, abrir la ciudad al capital privado y rescatar sectores con múltiples trabas a la hora de ser más competitivos, como la restauración, comercio y el turismo.

Uno de los temas que sin duda va a ser objeto de mayor debate es el dotar de una nueva vía a las terrazas de la ciudad, hoy con una serie de trabas municipales, una vez se ha superado la etapa de la pandemia, donde hubo una mayor flexibilidad. El documento ve las terrazas tanto de bares como restaurantes como una expresión genuina del carácter mediterráneo. Es una petición recurrente del sector que cambiaría, en algunas zonas, una parte de la fisonomía urbana, pero otras ciudades lo han probado con éxito y solventando lo que podría ser la convivencia con los vecinos.

En cualquier caso, unas elecciones tan competitivas como las que van a ser las del próximo mes de mayo en Barcelona deberían dar paso a conocer, con un mínimo de claridad, las diferentes propuestas de los candidatos. Este viernes se conoció la última de las encuestas realizadas, llevada a cabo por la formación de Ada Colau, y también sitúa a Xavier Trias en cabeza, por delante de la alcaldesa y del socialista Jaume Collboni. Aunque desde que el exalcalde dio el paso al frente casi todas las encuestas lo sitúan en cabeza, Colau parece resistir la presión socialista con una base de apoyo, por ahora, mayor de lo que se pensaba inicialmente después de la fuerte crítica de estos últimos años a su gestión. En cambio, al candidato republicano Ernest Maragall le sucede justo lo contrario y parece costarle volver a situarse en el pool de cabeza.

Sea como sea, aún faltan más de dos meses y los vaivenes de los últimos años nos han enseñado que con tanto tiempo no hay que dar nada por seguro, ya que las fidelidades son mucho más etéreas y volátiles que en el pasado.