La historia de los partidos va íntimamente ligada a sus resultados electorales. El PSOE era un partido cabizbajo, sin estrategia alguna, sin liderazgo y falto de musculatura, y una moción de censura contra el Partido Popular le rescató del pozo en el que se encontraba, le situó en la Moncloa y, de golpe, todos sus problemas se han arreglado. Los suyos, claro está; no los problemas que tiene España y, alguno de los cuales los catalanes padecemos más que nadie. De aquella decepción socialista nadie se acuerda, ni tampoco de su falta de propuestas programáticas y de soluciones para los problemas existentes.

Por eso, a caballo del éxito electoral puede celebrar este fin de semana en València un congreso vacío de propuestas y sin soluciones que nadie le va a exigir. ¿Quién exigirá respuestas cuando lo que está en juego son el reparto de cargos? Entonces entran en juego los spin doctor, esos asesores que sitúan un frame en el horizonte y hace que toda la iluminación se dirija hacia allí y se deje de hablar de los problemas reales, esos que, dicen, interesan a la gente. Nada que ver con aquellos congresos que debatían políticas tiempo atrás. Ahora, lo que se lleva, son convenciones a la americana con unanimidades más que mayorías, y unas grandes dosis de adulación al líder. 

De ahí que la principal noticia del congreso del principal partido español haya sido una foto. Si, una foto. Pedro Sánchez con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Los tres presidentes de gobierno socialista que ha tenido España desde 1982. Nada tienen en común González y Sánchez, más allá de que ambos han ocupado la Moncloa. Y de la boca del primero solo salen improperios hacia su sucesor. Pero la familia socialista necesitaba reunificación más que propuestas, al parecer. Sin duda es más cómodo organizar una foto que pensar una propuesta para Catalunya, que ni está ni se la espera.

La foto de la historia socialista ha coincidido con la reaparición en La Sexta de Rafael Vera, el ex secretario de Estado de Seguridad con Felipe González y propulsor de los GAL, que no solo no ha mostrado arrepentimiento alguno por los crímenes de estado sino que ha reivindicado sus acciones de guerra sucia. "Ellos mataban y nosotros nos defendíamos", dice con la misma naturalidad con que carga contra los mecanismos de un estado de derecho, como el derecho de todo ciudadano a un juicio justo.

No podía escoger mejor día para recordar el pasado de un PSOE que arrastra en su mochila los GAL, como una página negra de su historia de la que no ha pedido perdón. De eso, nadie quiere acordarse aunque hay está Vera para recordar aquella atrocidad histórica y el terrorismo de estado que se practicó.