El vicepresidente comercial de Seat y consejero delegado de Cupra, Wayne Griffiths, ha sido nombrado nuevo presidente de Seat a partir del 1 de octubre en un consejo de administración de Seat celebrado este miércoles en Casa Seat de Barcelona.

Lo ha anunciado la empresa en un comunicado, en el día en que el mismo Griffiths y el presidente del Comité Ejecutivo del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, han estado presentes en el consejo de administración de la automovilística con sede en Martorell (Barcelona).

Griffiths también continuará como consejero delegado y presidente de Cupra y, de momento, como vicepresidente ejecutivo Comercial de la empresa, mientras que Carsten Isensee se mantendrá como vicepresidente ejecutivo de Finanzas e IT, cargo que ya ocupaba durante su presidencia en funciones de Seat.

¿Quién es Wayne Griffiths?

El nuevo presidente de Seat es un ejecutivo con un marcado perfil comercial al que el Grupo Volkswagen encomienda la ardua labor de sobreponerse al tsunami económico provocado por el coronavirus y devolver la marca a la senda de los beneficios.

Griffiths (Reino Unido, 1966) pilotará Seat los próximos años tras desempeñar el cargo de vicepresidente ejecutivo comercial de la marca desde el 1 de septiembre de 2016, lo que le convierte en uno de los principales protagonistas de la reciente historia de éxito de la marca.

Acompañando al anterior presidente, Luca de Meo, ha estado al frente de la gestión de Seat en la etapa más exitosa de la marca automovilística, que en 2019 -antes de la crisis del coronavirus- registró récords de ventas, producción y beneficios.

El directivo británico, que ha desempeñado toda su carrera en el Grupo Volkswagen, ha sido también el artífice del éxito de la nueva marca Cupra, la filial deportiva de Seat, de la que es consejero delegado.

El hombre fuerte de Cupra ha sido siempre el nombre mejor situado en las quinielas para sustituir a Luca de Meo, que dejó el cargo hace ocho meses para fichar por Renault.

Griffiths sustituye al alemán Carsten Isensee, el vicepresidente de Finanzas, que llevaba al frente de la marca de manera interina desde la salida de De Meo.

Tras el duro impacto del virus en Seat, el ejecutivo británico tiene por delante desafíos como la recuperación de los beneficios y la planificación estratégica de nuevos modelos.