Las energías renovables —alternativa de las fósiles— son un elemento imprescindible contra el cambio climático, ya que no emiten gases de efecto invernadero en los procesos de generación de energía, lo cual las revela como la solución limpia y más viable enfrente de la progresiva degradación medioambiental. Entre los diferentes tipos están: energía solar, energía eólica, energía hidroeléctrica, biomasa y biocarburantes, energía geotérmica y la generada a partir de las olas, mareas y corrientes marinas.

La transformación energética sostenible incluye el aumento de la penetración de estas energías renovables, nuevas fuentes de consumo (como puede ser el vehículo eléctrico), hacer que el cliente forme parte del proceso y la aparición de nuevas tecnologías con la digitalización. Y para crear toda esta transformación, la innovación es un elemento clave.

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Técnico trabajando en una instalación de energía solar. Foto: Pixabay

"Un ejemplo de tecnología clave para la innovación es el despliegue de sensòrica (IoT) en los activos principales de la red de distribución. De esta manera, se puede llegar a prever el comportamiento de estos activos y adelantarse en la penetración masiva de fuentes renovables y de la electrificación de la demanda, como es el caso del vehículo eléctrico," explica el Responsable de nuevas tecnologías e innovación de Endesa, Santiago Cascante.

 

Imagen principal: Una instalación de paneles fotovoltaicos en una casa de autoconsumo. Foto: Pixabay