El sector del vehículo conectado a Catalunya factura unos 4.150 millones de euros y da trabajo a 9.700 personas, según los datos de un estudio elaborado por ACCIÓN, la agencia por la competitividad de la empresa del Gobierno, y que se ha publicado en el marco de la celebración del salón Automobile Barcelona, que empieza el jueves. En total, hay 71 empresas en Catalunya que se dedican a este sector, que se considera consolidado porque la mayoría, un 62%, ya tienen más de 10 años de experiencia.

Un 70% de las compañías son pymes, y la mitad son también exportadoras. Se trata de empresas fabricantes de coches y motos conectadas, proveedores de componentes de los vehículos que se pueden digitalizar, como frenos o retrovisores, ingenierías, desarrolladores de apps y sensores y gestores de telecomunicaciones.

El estudio, elaborado en colaboración con Applus+ IDIADA, también explica que en el 2025 el 60% de los vehículos que circularán al mundo estarán conectados, cosa que demuestra la importancia de un sector que se considera estratégico en la industria automovilística. De hecho, se calcula que en el 2023 las ventas mundiales de vehículos conectados ya superarán los 72 millones de unidades, un aumento del 200% con respecto a las cifras del 2015.

Así, y según el informe, el vehículo del futuro será "autónomo, eléctrico, compartido y conectado". Eso quiere decir que el coche intercambiará datos con la infraestructura y también con otros vehículos de la carretera, ya que contará con tecnologías innovadoras como el 'big data', inteligencia artificial para mejorar la conducción y automatizarla, la opción de acceder a Internet y conectarse con el entorno, ciberseguridad, etc.

Aplicaciones prácticas y evolución

Actualmente, la principal aplicación de la conectividad en la automoción es la seguridad vial, ya que el vehículo cuenta con sistemas de monitorización y asistencia a la navegación (como el piloto de mantenimiento de carril), mecanismos anticolisión (frenazo de emergencia), llamadas de emergencia automáticas en caso de siniestro y la capacidad de llevar a cabo una diagnosis del vehículo en tiempo real. También se está aplicando a la movilidad viaria, gracias a la asistencia del GPS para encontrar rutas más rápidas y los dispositivos para medir en consumo energético.

A medio plazo, según el estudio, crecerán las aplicaciones en el campo de la salud (como el reconocimiento facial y la detección de fatiga del conductor y la conexión en la red de los vehículos sanitarios). Después se irán incorporando nuevas soluciones para integrar el vehículo al concepto de smart city, intercambiando información a tiempo real con peatones, infraestructuras y otros conductores o regulando el tráfico en directo a través de la conectividad.

A largo plazo se prevé que el vehículo conectado permita nuevas formas de conducción y transportes más eficientes. Por ejemplo, gracias al uso de la conectividad los convoyes estarán semi-automatizados, se adelantará en el ámbito del control remoto y la monitorización de los conductores de los vehículos.