Europa pone mano dura. España ha recibido casi la mitad de los fondos europeos disponibles para financiar la alta velocidad en la Unión Europea, según señala un informe del Tribunal de Cuentas Europeo publicado este martes, que carga contra la "ineficiencia" en la construcción de líneas en el Estado y a otros países.
España, beneficiaria del 47% de los fondos europeos
Los auditores señalan que entre el 2000 y el 2017 Bruselas financió con más de 11.000 millones de euros las líneas ferroviarias de alta velocidad españolas, el AVE, lo que representa un 47,3% del total repartido en el bloque europeo. Así pues, la UE invirtió más dinero en alta velocidad en España que en Francia, Alemania, Italia y Polonia juntos.
Por otra parte, España es uno de los países donde la alta velocidad ha salido más cara a los contribuyentes: 1.159 euros por ciudadano. Es el doble de Francia (603 euros por contribuyente), que es uno de los países donde la alta velocidad se utiliza más, con 19,2 millones de pasajeros por kilómetro. En España, la ratio es cuatro veces inferior: 5 millones de pasajeros por kilómetro.
España, la mayor tasa de cofinanciamiento
Aunque el análisis matiza que el peso de la financiación recae en los estados miembros ―por término medio, el cofinanciamiento europeo es un 11% del coste de construcción total― el Estado tiene la mayor tasa de la UE de cofinanciamiento europeo por cápita en la alta velocidad: 305 euros por ciudadano, delante de los 12 euros de Italia, los 21 de Francia y los 33 de Alemania.
La "ineficiencia" del AVE
Además, el informe carga contra la "ineficiencia" en la construcción de líneas en Europa y critica que en general no se recurre al análisis de coste-beneficio, hecho que hace que hoy día muchos trenes circulen, por ejemplo, a velocidades medias inferiores ―sólo uno de cada dos lo hace a la velocidad máxima― o no dispongan de suficientes pasajeros.
A pesar del alto coste del AVE, el informe resalta la falta de "rentabilidad" de las líneas de alta velocidad. "Algunos proyectos tienen una posibilidad limitada de viabilidad desde una perspectiva de coste-beneficio social", afirman los auditores, que constatan que sin embargo se están construyendo. Uno de los ejemplos mencionados es el de la sección entre Venta de Baños (Palencia) y León. Aparte, cita que en el recorrido Madrid-León el tren circula a un 39% de la velocidad diseñada mientras que la sección Figueres-Perpinyà lo hace a un 36%, porque también acoge otros tipos de tráfico. En este sentido, se indica que en casos como estos, una mejora en una línea convencional "habría sido suficiente" para alcanzar los objetivos a un coste "muy menor".
Otro de los puntos que critica en el caso de España es la falta de conexiones de la alta velocidad con otras vías de desplazamiento, como la aérea. Mientras que el plan de la Comisión Europea es conectar los principales aeropuertos con líneas de alta velocidad antes del 2050, en muchos casos está lejos de ser una realidad. "Por ejemplo, aunque el AVE Madrid-Barcelona pasa cerca de los dos aeropuertos más transitados en el Estado, Barajas y El Prat, no hay planos para conectarlos con líneas de alta velocidad", lamentan desde el Tribunal de Cuentas Europeo.