El Consejo de Ministros de este martes, aprueba el subsidio para trabajadoras del hogar. Así lo confirmó el lunes el presidente español, Pedro Sánchez, en un acto a La Moncloa como respuesta a una de estas trabajadoras que le reclamaba más mejoras en las condiciones laborales de este sector. Así pues, Sánchez está convencido de que con la nueva regulación, se responde a la demanda de la misma Organización Mundial del Trabajo (OIT) que lleva años luchando por dar voz y reconocer el derecho a paro de este colectivo. Los socialistas cogieron el compromiso y, ahora, parece que lo quieren hacer efectivo.

Un 80 % son mujeres

¿En qué consiste el cambio? El pasado 2021, se cumplió una década de la firma del Convenio 189 del OIT, ratificado por 32 países y que promovía la adopción de medidas que igualen los derechos laborales de las trabajadoras del hogar a la de los otros en materias como la prevención de riesgos, despido o protección de la desocupación. Desde su oficina, en España se lamentaba la ausencia de estos derechos y cifraban en cerca de 700.000 personas de este ámbito sin acceso a la protección social. Si ampliamos la mirada, esta actividad llega a los 67 millones de personas en el mundo, de las cuales un 80 % son mujeres y un 90 %, realizan la actividad sin ningún tipo de cobertura social.

Con respecto al ámbito del empleo del hogar en España, esta ha recobrado importancia en la agenda pública en los últimos diez años en función de la confluencia de factores variados: la expansión del sector a causa del cambio de ciertas condiciones sociales (como el envejecimiento o la incorporación de la mujer al mercado de trabajo), la consolidación de grupos defensores de los derechos en este ámbito representados por los movimientos feministas, las asociaciones de inmigrantes y las de las mismas trabajadoras del sector y una coyuntura política y económica favorable durante el primer lustro del presente siglo.

Tal como recuerda Magdalena Díaz Gorfinkiel, analista de la Universidad Caros III de Madrid, en el Estado, "las condiciones del trabajo del hogar experimentaron un importante avance con la aprobación de nueva legislación el año 2011 porque a partir de aquel momento, el sector pasó a tener una consideración laboral y de protección social prácticamente equiparada con el resto de sectores". A pesar de todo, quedan vacíos: algunas cuestiones normativas han sido relegadas y algunas materias relacionadas con la implantación o consideración del sector todavía están pendientes de ser abordadas.

El 81% tienen un "empleo informal"

Así pues, el paso previo al acceso del subsidio es que estas tengan un contrato. Actualmente, cerca del 81 % tiene un empleo informal, hecho que supone el doble de la proporción de ocupación informal entre los otros empleados. También se enfrentan a algunas de las condiciones de trabajo más duras. Ganan el 56 % del salario medio mensual de la media y tienen más probabilidades que otros trabajadores de trabajar durante muchas o mucho pocas horas. También son vulnerables a la violencia y al acoso, y a las restricciones a la libertad de movimiento. Los trabajadores domésticos informales son especialmente vulnerables. La informalidad en el trabajo doméstico puede atribuirse en parte en las lagunas a las leyes de trabajo y de seguridad social, y en parte en las lagunas en su aplicación.

Multas de más de 6.000 euros

Por eso, la legislación española ha endurecido la normativa con el objetivo de fomentar la contratación. Algunos de los aspectos más relevantes son estos:

- Si los servicios duran más de cuatro semanas, tienes que reflejar las condiciones laborales en un contrato escrito y firmado. Si no, a no ser que puedas demostrar el contrario, se considera que el contrato es por tiempo indefinido y jornada completa. Se tiene que conservar una copia firmada por las dos partes.

- Cuando una persona empleada realiza una actividad a cambio de un salario, es obligatorio que esté de alta en la Seguridad Social. Si la persona no está dada de alta, se considera una falta grave, de la cual es responsable el empleador y se puede sancionar por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. En estos casos, la multa puede variar entre 626 y 6.250 euros.

- Todos los empleadores tienen que tramitar la alta al empleo del hogar con independencia del número de horas que trabajen. La trabajadora podrá gestionar el alta siempre que se acuerde con el empleador y vaya a trabajar en casa menos de 60 horas en el mes. En este caso, será la responsable de ingresar en la Seguridad Social las cuotas que corresponden a las dos partes. El empleador tendrá que entregar su aportación para que, junto con la de la trabajadora, ingrese el importe total de la cuota.

- En caso de que la trabajadora sea una persona extranjera, hay que adquirir la Tarjeta de Identificación Extranjera (TIE) para poder saber si pertenece o no a un país de la Unión Europea y los permisos que necesita. Si es del Espacio Económico Europeo o Suiza, podrá trabajar siempre que tenga el Número de Identificación de Extranjero (NIE). Si no tiene NIE lo tiene que solicitar previamente. En cualquier otro caso, necesitará una autorización temporal de residencia con permiso de trabajo en vigor o una autorización de residencia de larga duración.