La pandemia del coronavirus ha dejado más secuelas en la sociedad de lo que es palpable a primera vista. Así lo concluye un estudio de CCOO y la UAB, que, por una parte, asevera que la pandemia ha disparado al conocido como estrés laboral, producido por una fuerte presión en el trabajo y poca autonomía, pocas oportunidades de decisión y poco margen de influencia por parte del trabajador. Una combinación, ha señalado, que se convierte en un condicionante "muy poderoso" del estado de salud, principalmente en los trabajadores más precarios que han estado trabajando durante el confinamiento, como también la sensación de inseguridad y falta de protección. Al mismo tiempo, alerta también de que hasta el 75% de los trabajadores temen perder el trabajo y no encontrar una nueva.

De la encuesta, hecha además de 20.000 asalariados entre el 19 de abril y el 29 de mayo, se extrae que hasta el 44,3% de los trabajadores percibe una alta tensión en su puesto de trabajo a raíz de la crisis sanitaria; un dato que duplica el porcentaje del 2016. De hecho, el incremento de estrés laboral es tan elevado que los investigadores del estudio avisan de que la tensión laboral y la inseguridad son "la epidemia que puede venir después de la Covid-19".

En línea con las conclusiones del Banco de España que asevera que la crisis de la pandemia ha afectado más severamente a las mujeres y a los menores de 35 años, el estudio de la UAB y CCOO evidencia que el estrés laboral es más alto en el caso de las mujeres (47,8%), en los trabajadores manuales (51%) y en los que tienen dificultados para cubrir las necesidades básicas del hogar (54,8%). En definitiva, los trabajadores más precarios son los que lo sufren más.

El estrés laboral y los tranquilizantes

Los investigadores del estudio recuerdan que hay estudios que vinculan directamente la tensión laboral con el riesgo de una enfermedad cardiovascular o mental. Para disminuir al 44,3% actual de trabajadores tensionados, el epidemiólogo del estudio, Albert Salvador, ha apelado los empresarios a aplicar más "justicia y democracia" en los puestos de trabajo, con más autonomía para la plantilla. "La alta tensión es un efecto muy claro de una organización autoritaria y arcaica, basada en el 'ordeno y mando'", lamentando que "no se reconoce que, quien mejor conoce el trabajo, es quien la hace cada día".

Uno de los efectos preocupantes de este estrés y que queda evidenciado en la encuesta, es que un 12% de los trabajadores han empezado a consumir tranquilizantes a raíz de la pandemia, y un 21,5% ha tomado estos medicamentos o somníferos durante el mes previo a la encuesta. La mitad de estos eran nuevos consumidores, mientras uno de cada tres trabajadores ya tomaba esta medicación antes del estado de alarma pero durante el confinamiento aumentó la dosis o tomó productos más fuertes.

Inseguridad y trabajar con síntomas

La encuesta constata que uno de cada tres participantes (68%) está preocupado por si se infecta de Covid-19 en el trabajo, una cifra que crece ligeramente (72,3%) si se les pregunta por la posibilidad de actuar como transmisor de la enfermedad. Al mismo tiempo, también se muestra que hasta un 13,1% de los trabajadores fue a su puestos de trabajo a pesar de tener síntomas compatibles con la Covid-19, y el porcentaje supera el 18% en el caso de empleados con un salario bajo.

Con respecto a las medidas de protección, un 70% de los trabajadores ha manifestado que en algún momento ha ido al trabajo sin tener las medidas de seguridad adecuadas. La cifra crece hasta el 78% en el caso de los que hacen tareas de atención al público. Una situación que ha condenado CCOO, quien considera que los datos son "demoledores" y evidencian una "drástica falta de medidas de protección ante una pandemia que ha superado a todo el mundo". "Pedimos que situaciones como esta no se vuelvan a repetir", ha añadido.

Miedo a las oportunidades laborales

Finalmente, la encuesta de la UAB y CCOO también recoge el temor del 75% de los asalariados a no encontrar un nuevo trabajo si ahora perdieran el actual, mientras que un 69,7% tienen miedo de que le rebajen el sueldo y más del 50% están preocupados por si los modifican los horarios o las tareas a hacer. "Tenemos que acotar esta sensación de riesgo e incertidumbre", ha reclamado CCOO, mientras ha subrayado que en el estado español es "urgente" regular el teletrabajo y blindar las condiciones laborales.