El sector hotelero de Barcelona ha perdido en los últimos 15 meses de pandemia cerca de 2.100 millones de facturación, lo cual supone el 95% del total. Así lo ha expresado el presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Mestre, en una rueda de prensa para hacer balance del sector hotelero este miércoles, añadiendo que el 70% de los hoteles están cerrados y "solo 131 permanecen abiertos".

Mestre ha apuntado que las medidas aplicadas han anulado casi totalmente la actividad del sector hotelero y que, dado que vive del turismo internacional y que actualmente no puede llegar, no se puede trabajar. Ha señalado también que las reservas de cara al verano son "realmente bajas" teniendo en cuenta que el turismo extranjero reserva con meses de antelación, en lo que se añade la incertidumbre e inseguridad para que se puedan anular en el último momento.

 

Con respecto la ocupación, según Mestre, actualmente se encuentra entre el 10% y el 15% y "no se espera llegar además del 50% en verano", aunque las previsiones son difíciles dada la situación actual.

La caída de la actividad en número de turistas se refleja también en el número de pernoctaciones: mientras en condiciones habituales en esta época del año llegarían a las 60.000, ahora solo existen unas 2.100.

Petición de nuevas ayudas

El gremio ve básico garantizar las ayudas a los hoteles, uno de los sectores más afectados, teniendo en cuenta también que supone un 5% del producto interior bruto (PIB) en Barcelona y que da empleo a entre 30.000 y 35.000 trabajadores.

No obstante, el Gremi d'Hotels de Barcelona ha expresado que el sector no ha visto un apoyo económico a la altura de las pérdidas y, a pesar de que se ha pedido a todas las administraciones, las que han llegado han sido "prácticamente inexistentes". Otro factor destacable es que los precios a los cuales se vende son de entre el 50% y el 60% más económicos de lo que sería habitual, según el Gremi d'Hotels de Barcelona.

Proceso de recuperación

De cara a la recuperación, el presidente ha señalado que el factor más determinante es la vacunación, pero que el ritmo "tendría que ser superior al actual", en lo que se añade la transmisión que Barcelona es una destinación segura para que, tanto los residentes como los extranjeros, cojan confianza.

Otro factor básico para que el turismo remonte, según Mestre, es la ampliación tanto de Fira de Barcelona como del aeropuerto de la ciudad, en lo que tendría que añadirse "la existencia de un pasaporte sanitario y la activación de ferias y congresos".