El nuevo gobierno español de Pedro Sánchez pretende incrementar el impuesto especial que grava el gasóleo, ya que se ha comprobado que contamina más que la gasolina. De esta manera, los vehículos con motor diésel pagarían 9,55 céntimos más por litro y se recaudarían 2.100 millones más.

Según informa hoy el diario Expansión, con esta medida, Sánchez quiere dar un impulso definitivo a la fiscalidad medioambiental, para que la mayor recaudación se traduzca en más gasto contra el cambio climático, y por tanto en un mayor compromiso con la transición ecológica de la economía.

El Ejecutivo calcula que la equiparación de ambos impuestos supondría una recaudación adicional de 2.140 millones de euros si se hiciese de golpe, pero quiere hacerlo "de forma escalonada", al menos en cuatro años.