El Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) ha arrancado su decimoctava edición con "buenas" impresiones y "la confirmación de la recuperación". Así lo ha constatado su director, Eloy Bohúa que ha asegurado también que "el sector está en una onda ascendente", recogiendo así un "notable" cambio de tendencia impulsado por las compraventas e hipotecas al alza. Cogiendo el relevo del Foro de Inversión, antesala del salón en el que participaron más de 300 personas, SIMA cuenta con cerca de 200 expositores, lo que supone un 25% más que en la pasada edición así como un 30% más de superficie y un mayor peso internacional con 12 países presentes.

En este sentido, Bohúa ha insistido que "hay que ser cautos y que el sector no cometa los errores del pasado" tras explicar que los primeros síntomas de recuperación aparecieron en otoño de 2014 y "la confirmación" se prevé para este 2016. Por su parte, la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, ha destacado que el salón inmobiliario está "más lleno que nunca" mientras que los datos "están mejorando permanentemente" con un crecimiento del 4,5% en 2015 y la creación de 50.000 puestos de trabajo durante el último año que han revertido las cifras de destrucción "permanente" de empleo y unas ventas "muy bajas", con caídas de hasta el 75%. 

Por primera vez desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, la oferta de proyectos de venta sobre plano ha superado en Sima al producto llave en mano con una proporción de un 60% de nuevos proyectos frente a un 40% de promociones en stock. 

Mercados "a distintas velocidades"

Construir nuevos proyectos y/o liquidar el stock ya existente. Esta es una de las grandes decisiones que hay que tomar en el mundo actual de la construcción y que según Bohúa, se manifiesta de forma distinta en las grandes capitales. Mientras que la recuperación se evidencia debido a un fuerte crecimiento de las compraventas, el stock "se drena muy rápidamente".  Y es que en las grandes capitales hay stock "mínimo que no es relevante en término de mercado", por lo que Bohúa considera que "es el momento de iniciar nuevos proyectos para dar respuesta a una demanda que es pujante".

En el caso de Catalunya, se trata de una marca turística hecha a sí misma que está recuperando la demanda a la vez que está absorbiendo el stock mediante grandes inversiones extranjeras, según han explicado fuentes del sector consultadas por El Nacional. Mientras que en Barcelona, el stock se está agilizando mucho más rápido, en Madrid hay zonas centralizadas que no se han visto fuertemente afectadas por la crisis. Y en ambos casos en tanto que grandes núcleos inmobiliarios, los ritmos de venta óptimos esperan ser alcanzados en torno a finales del 2017, principios del 2018. 

Sin embargo, hay otras zonas en donde la recuperación se desarrolla "poco a poco", especialmente en núcleos de población más pequeños. En vivienda vacacional, en determinadas zonas hay "mucha actividad y mucho interés comprador e inversor", como se da en zonas de la Costa Brava, la Costa Blanca o la Costa del Sol, pero nuevamente el stock se va absorbiendo a distintas velocidades en el litoral, por lo que se darán, como suele ocurrir, mercados "a distintas velocidades".

¿Y como afecta el sudoku político?

La repetición de elecciones generales del próximo 26-J y la incertidumbre política que esto conlleva, también está afectando las inversiones inmobiliarias y las decisiones de compra. Concretamente, Bohúa ha reconocido que "se está notando ralentización o retraso en toma de decisiones, cosa natural porque el inversor quiere certidumbres". No obstante, también ha querido asegurar que el apetito inversor "sigue alto", un factor que podría seguir incrementando si "se resuelve este sudoku político" aunque "no existe un riesgo de huida de los inversores" porque "los fundamentos de la economía española están ahí".  

En este sentido, Pastor ha querido lanzar también un mensaje de "optimismo bien fundado" constatando que la economía "está creciendo y está aumentando el empleo" con el objetivo de persuadir a los inversores y reiterar la necesidad de que el país prosiga con su plan de vivienda "con recursos como el actual de 2.200 millones." Unas declaraciones de confianza que llegan en precampaña electoral y tras el anuncio del Gobierno central que prevé aprobar un nuevo plan de vivienda. 

Por último y ante un contexto de mejora del sector y del mercado, Bohúa ha concluido que es un buen momento para "comprar y alquilar" ante los históricamente bajos tipos de interés y el inicio del repunte de los precios. Más confianza y optimismo tanto para los compradores como para los inversores.