La riqueza financiera de las familias, es decir, el resultado de restar de los depósitos y de las inversiones de las familias los créditos contratados, se ha situado en el 2017 en 1,373 billones de euros, cosa que supone 50.549 millones de euros más que en el 2016, el 3,82% más, según las cuentas financieras correspondientes al cuarto trimestre que ha publicado este lunes el Banco de España.

Los activos financieros en manos de las familias, dónde se tienen en cuenta los depósitos, los fondos de inversión y las acciones, entre otros, se situó a finales del 2017 en cerca de 2,148 billones de euros, el 2,37% más que en el 2016. Por el contrario, el endeudamiento se situó en 774.508 millones de euros, el 0,10% menos que el año anterior, cosa que constata la tendencia de desapalancamiento mantenida desde que empezó la crisis. El resultado de la riqueza financiera de las familias sale de restar de los activos financieros (2,149 billones) el endeudamiento (774.508 millones de euros).

En relación con el endeudamiento acumulado de las empresas y las familias, la cifra agregada se ha situado en el cierre del 2017 en 1,840 billones de euros, cosa que supone el 158,1% del PIB español, con un descenso de 8,6 puntos porcentuales en relación con la ratio registrada en el cierre del 2016. El endeudamiento de las empresas supuso el 96,8% del PIB y el de los hogares el 61,3% del PIB.

En relación con los depósitos y las inversiones de los hogares, el total de los activos financieros en manos de las familias, al final del 2017 se situó en 2,148 billones de euros, el 2,4% más que en el 2016. Este incremento de la riqueza de las familias se contabiliza gracias a la adquisición neta de activos financieros por valor de 30.000 millones de euros durante el 2017 y a una revalorización de 20.000 millones de euros por el buen comportamiento que se ha registrado en el 2017 en el precio de los activos de renta variable.