El registro horario obligatorio entra en vigor este domingo para todas las empresas. Los sindicatos confían en que ayudará a hacer "aflorar la economía sumergida" de horas extra y alargamientos de jornada laboral que se hacen "sin remunerar y sin compensar". Sin embargo, "hay muchas empresas temerosas por eso", asegura a la ACN Núria Gilgado, secretaria de Política Sindical del UGT.

Desde la patronal Foment piden una "moratoria" para el registro y admiten "desazón" entre los empresarios, especialmente pequeñas y medianas empresas. "Los empresarios lo viven como un problema, pero también como una oportunidad para ir arreglando la casa", explica Tino Pérez, asesor de la empresa Timenet d'Olot, que ha desarrollado una aplicación para el registro horario y que en las últimas semanas admite un aumento de la demanda.

Sanciones de hasta 6.000 euros

A partir del domingo, y según un decreto del Gobierno, las empresas tienen que registrar "de manera veraz y eficaz" las entradas y salidas de los trabajadores a la empresa y sumar el tiempo efectivo de trabajo, explica Pérez. Tienen que mantener los registros durante cuatro años, y en caso de incumplimiento, se pueden imponer sanciones de hasta 6.000 euros.

Para Gilgado el registro es "la única manera" de garantizar que los trabajadores son remunerados por las horas que trabajan ante lo que consideran un preocupante aumento de las horas extra sumergidas. "En torno a 58.000 personas en Catalunya hacen una media de 8 horas extraordinarias a la semana, y del total de extras que se hacen en el Estado, cerca del 50% no se pagan, ni se remuneran ni se dan descansos", lamenta. De hecho, según los sindicatos, con las horas extra y alargamientos de jornada, se podrían crear 16.000 puestos de trabajo.

Un decreto poco claro

Pero las empresas y la patronal consideran que el decreto es poco claro y que hay poca "certeza jurídica" sobre lo que tienen que hacer. "Es especialmente complejo en el sector del retail, donde los centros de trabajo están dispersos, asegura Joan Carles Calbet, presidente de Retail.cat. Desde esta organización, piden "flexibilidad" para garantizar la eficiencia de las empresas.

"Tenemos que garantizar los derechos de los trabajadores con mentalidad del siglo XXI", afirma, que cree que ante la tendencia por el teletrabajo y la flexibilización de la jornada, los registros también se tienen que adaptar. "Es cierto que el decreto se ha quedado corto y es un poco ambiguo en algunos casos, no determina cómo se tiene que hacer el registro, cuáles son los medios idóneos para hacerlo", admite Gilgado desde la UGT.

Desde los sindicatos, y a raíz de las críticas de algunas patronales o empresas por la imposición del registro, destacan que se trata de buscar "la mejor fórmula para cumplir con la normativa y con los derechos de las personas trabajadores sin un gran coste para la empresa". De hecho, según Gilgado, la preocupación patronal no es "el coste del sistema del registro sino el coste que tendrá para la empresa pagar las horas extra que ahora no está pagando".