No llevar bien puesta la mascarilla puede ser motivo de despido. Así lo ha determinado un juzgado de Santander que, por primera vez, ha declarado procedente el despido disciplinario de una trabajadora de los supermercados Día que se negó a ponerse correctamente la mascarilla y amenazó a una clienta y a su superior cuando le reprocharon que incumpliera las normas contra la Covid.

Los hechos pasaron el mayo pasado, según explica El Confidencial. Una clienta se dio cuenta de que la dependienta de la pescadería llevaba la mascarilla por debajo de la nariz y trasladó a la responsable del establecimiento su queja. Cuando las dos se dirigieron a la dependienta para reclamarle que se la pusiera bien, la trabajadora se enfrentó a la clienta y le espetó: "Si no te gusta, te vas. Si quieres lo arreglamos en la calle, sin el uniforme". Los intentos de la supervisora de calmar a la dependienta fueron inútiles. Tres semanas más tarde recibió una carta donde se le notificaba su despido disciplinario.

Falta grave

La cadena de supermercados justificó el despido alegando que la conducta de la trabajadora suponía una falta grave, ya que vulneraba las normas de seguridad, concretamente la correcta utilización de los equipos de protección individual poniendo el peligro la salud de los consumidores. También la acusaron de una falta de respeto al público y a su superior. Estas dos conductas están tipificadas en el catálogo de infracciones del convenio de Día. La trabajadora presentó recurso por despido improcedente.

La sentencia del juzgado de lo social número 5 de Santander sostiene que la actuación de la dependienta se tiene que encuadrar dentro de las faltas muy graves, ya que estaba despachando productos no envasados y según las normas de prevención de riesgos laborales tiene que utilizar correctamente la mascarilla tapándose la boca y la nariz. El escrito subraya que la trabajadora no solo no hizo caso de los requerimientos de su superior y la cliente, sino que se dirigió a ellas en tono amenazador.

Un bar cerrado por la crisis con hielo|gel hidroalcohòlic en la puerta. Foto: Sergi Alcazar

Un repartidor de comida fue despedido para negarse a utilizar el gel hidroalcohólico / Sergi Alcàzar

Caso similar

El caso es similar al de un repartidor de comida a domicilio que, a pesar de las advertencias de la empresa, no se desinfectaba las manos antes de manipular los paquetes que tenía que repartir. Fue despedido en mayo y el juzgado de lo social de Gijón declaró procedente el despido.

El juez considera que su conducta ponía en riesgo la salud de las personas y pone énfasis en la negativa del trabajador a cumplir las normas. "Esta indisciplina y desobediencia para merecer la máxima sanción tienen que venir revestidas de gravedad, relevancia y trascendencia, notas que concurren en la conducta del trabajador teniendo en cuenta el contexto tan extraordinario en el cual nos encontrábamos entonces y que desgraciadamente persiste hoy, donde actitudes como las suyas tienen que obtener el máximo reproche, no solamente en el marco laboral sino también, y en general, en el social", concluye la sentencia.

Imagen principal, una mujer se pone la mascarilla correctamente / Archivo