El precio de la gasolina no toca techo y sube diariamente. Cada día es más complicado llenar el depósito para los conductores, una situación que podría empeorar durante la época estival. Este jueves se alcanza otro récord en el precio tanto de la gasolina 95 como del diésel, con 2,147 y 2,057 euros, respectivamente. Este precio supone la eliminación de la subvención de 20 céntimos por litro que instauró el Gobierno. Desde las gasolineras ya alertan de que los precios seguirán subiendo como hasta ahora, día a día. Actualmente, el precio de la gasolina se está pagando a un 66% más cara de lo que justo hace 1 año. Según pronostica el presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Nacho Rabadán, este verano se podría superar la barrera de los 3 euros por litro. "Yo no descarto ningún escenario, podríamos ver precios de 3 euros/litro este verano", ha asegurado Rabadán, que ha explicado que las refinerías han maximizado su producción de diésel porque la demanda supera con mucho a la oferta y su margen al procesar diésel es muy elevado. El problema se agrava porque ahora llega el verano en el hemisferio norte y con él un incremento de la demanda de gasolina y no hay suficiente".

Un 69,5% de las 11.650 estaciones de servicio censadas por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico en manos de pymes se encuentran en una situación muy complicada por el aumento de los precios de los combustibles. Los principales problemas son el descenso de la demanda provocado por los elevados precios, así como la bonificación del Gobierno de 20 céntimos por litro de gasóleo. Desde 2019, ya son 492 empresas del sector que han desaparecido y, en consecuencia, 1.516 puestos de trabajo. Rabadán ha indicado que estos cierres se producen una serie de circunstancias, que, finalmente, se acaban materializando con el cierre del negocio. "Pensamos que la situación del sector dista mucho de ser la ideal. Durante los primeros meses de la pandemia estuvimos obligados a permanecer abiertos con el mismo horario que teníamos, aunque, la movilidad llegó a caer un 90%. De hecho, algunos asociados tuvieron problemas para cerrar los turnos porque el sistema informático detectaba que se estaba produciendo un error al haber registrado 0 euros de venta durante el turno. De allí venimos y el paso del tiempo no ha dado sino agravar la ya por sí mismo complicada situación de las estaciones de servicio".

Precio al alza

La vicepresidenta y ministra de Economía del Gobierno, Nadia Calviño, también se ha sumado a esta previsión y ha advertido que "nos tendremos que hacer en la idea" que el coste del combustible continuará marcado por la volatilidad, ya que este depende del futuro de la guerra de Ucrania y de las decisiones que se tomen para hacer frente. En este sentido, ha defendido las medidas tomadas por el Ejecutivo, conocidas como el decreto anticrisis, que ahora se tendrá que alargar al Congreso, ya que, su vigencia tenía que acabar el 30 de junio, que la inflación está "alineada con la de la zona euro" y ha dejado claro que no es, ni mucho menos, la más alta de la región. "El precio del petróleo está disparado y las decisiones que se están tomando parece que estén encaminadas en la misma dirección, por eso las medidas que hemos tomado son muy importantes", ha querido destacar. En este sentido, una de las que se suponía que tenía que tener más efecto sobre los españoles era la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible, que tenía que abaratar el coste de llenar el depósito del coche. Ahora, la realidad es que el precio vuelve a estar por encima de los dos euros el litro y no parece que tenga que parar, sino al contrario: se sigue subiendo. Ante este hecho, Calviño ha asegurado que al Gobierno le consta que la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia "está vigilando si hay algún alza en los márgenes de beneficios". En este sentido, ha adelantado que la realidad de las gasolineras es compleja, ya que son de diferente tipo y con características muy diferenciadas: "Se está vigilando que se estén dando las ayudas públicas, como estaban pensadas", para garantizar el buen uso y que los establecimientos no se aprovechen.