El Port de Barcelona tiene una nueva aceleradora de empresas. Se llama Port Challenge Barcelona y su función es dar apoyo público-privado a la creación de nuevos negocios con base tecnológica para mejorar la eficiencia y la competitividad de la comunidad portuaria y logística.  "Una pieza clave para la potenciación del comercio y la economía global". Así lo han explicado el presidente del Port de Barcelona, Sixte Cambra, el adjunto a la dirección general, Pedro Arellano, y el director del Founder Institute Barcelona, Urs Rothmayr, que también colabora con el proyecto. 

"Barcelona es el principal 'hub tecnológico del sur de Europa, y conscientes de ello queremos formar parte de esta realidad", ha asegurado Cambra que ha explicado que las empresas digitales con base en la capital catalana generan 15.000 empleos de alta cualificación. A lo que además hay que añadir que un 50% de las compañías se han creado en los últimos cinco años mientras que a lo largo de 2015 se han invertido más de 1.000 millones en compañías tecnológicas fundadas en Barcelona.  

Tras completar la "gran ampliación" del Port, Cambra ha anticipado que de ahora en adelante están centrados en una nueva etapa de gestión, eficiencia, innovación y calidad de servicio. "Barcelona es un puerto pionero en este ámbito. Somos el primer puerto del Estado y uno de los primeros de Europa que promueve una iniciativa de este tipo", ha destacado. Una iniciativa que ya cuenta con más de 30 mentores y alrededor de 25 emprendedores. 

En busca de ideas y ADN emprendedor

El Port de Barcelona busca ideas innovadoras que mediante las nuevas tecnologías tengan un impacto en su ecosistema empresarial. Entre estas tendencias, se incluyen el Internet de las cosas, el Big Data, la impresión 3D, las aplicaciones, la realidad aumentada o la geolocalización, entre otros. Para formar parte del programa, los aspirantes deben llevar a cabo un test predictivo con el que se determinará si tienen o no el "ADN emprendedor". Según ha explicado Rothmayr, el curso va desde la idea y el plan de negocio hasta la preparación de la empresa para su posterior lanzamiento. 

Una vez finalizado el programa que durará tres meses y medio y cuesta 950 euros, se premiará a la mejor startup y se reembolsará el precio de inscripción a aquellos participantes que culminen un proyecto con impacto en el sector portuario.  "Queremos generar recursos para que la innovación arraigue a nuestro territorio. Port Challenge Barcelona es una herramienta destacada para conseguir este objetivo", ha concluido Cambra.