El presidente de la patronal Pimec, Josep González, ha pedido que la nueva reforma laboral abarate el coste de despedir trabajadores y, además, simplifique este trámite. En la jornada "Hacia una nueva reforma laboral" organizada por la patronal, González ha insistido que es "necesaria" una nueva reforma laboral "cuanto antes mejor", ya que la vigente genera "inseguridad" entre los empresarios. Al mismo tiempo, considera que la cifra de 20 días de indemnización por año trabajado sería una "cifra razonable" y también entiende que se tienen que agilizar los trámites para despedir trabajadores.

Dos factores como el "elevado" coste del despido y las "dificultades" por realizarlo, explican que en España haya una abundancia de contratos temporales en detrimento de los contratos fijos. Según su opinión, esta situación de "desequilibrio" no tiene sentido para el empresario, ya que el empleador siempre prefiere que sus trabajadores estén "tranquilos" con la continuidad de su puesto de trabajo. No obstante, la "fama" que tienen los contratos fijos de "caros" y "difíciles de ejecutar" hace que los empresarios opten por los contratos temporales.

El interés de empresario

Por eso, también ha defendido que si se solucionan los dos factores, el peso de los contratos temporales disminuirá en España, ya que eso también le"interesa" al empresario. Otro tema que González considera esencial en la nueva reforma laboral es el de reducir la "inseguridad jurídica" que esta ha generado. En concreto, ha mencionado la incertidumbre que se genera cuando un empresario que quiere realizar un expediente de regulación de empleo no sabe si la indemnización que tendrá que pagar es de 33 o de 20 días, ya que depende de si el magistrado considera que la empresa tiene causas para justificar o no este expediente. "En la nueva reforma es necesario que se dé seguridad con estas interpretaciones para que cuándo se tenga que hacer un expediente se sepa cuál será el coste", ha explicado.

Finalmente, el presidente de Pimec ha insistido en que en la legislación se tiene que hacer una distinción entre las pequeñas y las grandes empresas y ha remarcado que las normativas se tendrían que hacer en función de su tamaño. "Se tienen que hacer cosas que, por encima de todo, permitan mantener las empresas", ha subrayado. En el ámbito político, González ha mostrado "preocupación" ante la posibilidad de que la reforma laboral vigente se anule, por considerar que, aunque se trate de una legislación "mejorable", en la cual muchas cosas se podrían cambiar, se trata de una reforma laboral "valiente" y "necesaria".