Pedro Sánchez se ha reunido con el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, y le ha prometido numerosas mejoras en infraestructuras para este territorio. Entre ellas destaca una inversión de 6.000 millones de euros para la renovación de la red de cercanías de la capital española, la mitad para la renovación de los convoyes. El Ministerio de Fomento se ha comprometido también a nombrar un coordinador de Cercanías que se encargue de articular las relaciones entre ADIF y Renfe. Paralelamente, Sánchez ha informado a Garrido que la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre seguirá gestionando las carreteras radiales de peaje a la espera de que se vuelvan a privatizar.

Los incumplimientos de Sánchez

En cambio, el gobierno central ha mantenido siempre un nivel muy bajo de inversión en las estructuras ferroviarias catalanas. La Generalitat no deja de denunciar el incumplimiento de los acuerdos firmados por el gobierno central e incluso ha interpuesto algún contencioso administrativo por este tema. El conseller de Territori, Damià Calvet, asegura que el Estado sólo ha pagado un 13% de las inversiones a las que se comprometió cuando se efectuó el traspaso de Rodalies a la Generalitat, hace 10 años. No se ha implementado el Corredor del Mediterráneo, aunque se consideraba un proyecto prioritario a nivel europeo. Y algunas de las obras prometidas, que ya tendrían que estar finalizadas, no hay forma de que avancen. La estación de la Sagrera acumula retrasos y la conexión del tren con el aeropuerto de El Prat no para de retrasarse. Además está pendiente el soterramiento del tren en algunos tramos urbanos, especialmente en Montcada, donde ya se han producido muchos accidentes mortales.