El conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, ha expuesto este lunes al Grupo de Peajes los detalles del sistema de viñeta que pretende eliminar las barreras a todas las vías de alta capacidad de Catalunya. Después de un encuentro esta mañana del Grup de Peatges, que ha reunido administraciones locales, concesionarias, entidades civiles y grupos parlamentarios, Rull ha afirmado que "el modelo actual es ineficiente y desequilibrado en todos los órdenes. Pagamos más peajes que el resto del Estado, unas comarcas pagan más que otros y los plazos de fin de las concesiones no son homogéneos".

Delante de eso, el conseller ha apostado por "una agenda modernizadora" de la financiación de las autopistas que acerque Catalunya a los planteamientos de la UE. La viñeta que propone el Govern es un mecanismo de pago temporal por uso que se desglosa en una tarifa plana de entre 40 y 110 euros para los conductores residentes y en una tasa para los foráneos.

Cuatro alternativas

El conseller ha explicado que hay cuatro alternativas para financiar las vías de alta capacidad cuando acaben las actuales concesiones. Se puede hacer a través de los presupuestos públicos, que salen de los impuestos que pagan todos los ciudadanos, ha recordado al conseller, generando la "paradoja" que "una parte de los que circulan por las carreteras no son ciudadanos del país y que una parte de los ciudadanos del país no circulan por las carreteras".

Por otra parte, se puede mantener el actual modelo de pago por tramo, con peajes blandos por mantenimiento o se puede implantar una viñeta, sea por distancia recorrida o temporal. El modelo más equitativo sería el pago por distancia, ha valorado el conseller, pero el despliegue de los arcos magnéticos sería muy caro y podría estar obsoleto en unos cinco años. Por lo tanto, el Gobierno ha optado por un modelo de viñeta por tiempo. Rull ha adelantado que el Grupo de Peajes se volverá a reunir en octubre "para pasar al detalle de la propuesta".

Concesiones que se acaban

El Govern quiere que la viñeta empiece a funcionar antes del fin de las concesiones de las autopistas de peaje que existen en Catalunya. En diciembre de 2019, finaliza la concesión del tramo entre Vila-seca y Castellón del AP-7. En agosto de 2021, acaba la concesión para el tramo entre Vila-seca y la frontera francesa, para el segmento El Vendrell-Zaragoza del AP-2, para la C-32 en el Maresme y para el tramo Barcelona-Montmeló de la C-33 (peaje de la Llagosta). De cara al 2037, finaliza la concesión del Túnel del Cadí y del Túnel de Vallvidrera y en el 2039 acaba para la C-32 (Autopista Pau Casals) y para la C-16 (tramo Sant Cugat-Terrassa-Manresa).

Un modelo aplicable a una Catalunya independiente

En Catalunya, hay 1.719 de kilómetros de vías de alta capacidad, de los que un 39% son de peaje explícito, un 20% son de peaje en la sombra y un 41% son de vías no concesionadas. El 46% de la red es de la Generalitat y el 54% restante del Estado. Sobre la viabilidad de aplicar este sistema de viñeta a pesar de la oposición del Gobierno (que es titular de más de la mitad de la red), Rull ha afirmado que "con un Govern de Junts pel Sí este modelo sería muy fácil de implementar en una Catalunya independiente. Si los ciudadanos de Catalunya deciden mantenerse dentro del estado españoles, la propuesta también es asumible para el conjunto del sistema".