Los hornos de pan de Catalunya y de toda España han hecho este viernes un paro energético de 15 minutos, apagando las luces y deteniendo su actividad de 12:00 a 12:15 horas. Bajo el lema "sin luz no hay pan" los panaderos denuncian la crisis que está viviendo el sector, por el encarecimiento del precio de la energía y de las materias primeros, así como para reclamar a las administraciones medidas que realmente hagan bajar el precio de la factura de la luz. Y es que el sector denuncia que no les salen los números. La acción, coordinada por la Confederación estatal de panaderos, CEOPPAN, quiere apelar las administraciones para que planteen medidas para reducir el precio de la energía. La escalada de precios de la energía y de los inputs está dejando a los obradores sin margen de beneficio y cerca de la ruina, un problema que se ve agravado por otros obstáculos como la falta de relieve generacional.

Una situación insoportable

A pesar de intentar hablar con las administraciones, los panaderos se sienten "abandonados" y dicen que, de momento, solo han recibido silencio. En el marco del día mundial del pan este, la presidenta del Gremio de Panaderos de Lleida, Pilar Marqués, indicó que "no podemos generar tanto dinero como cuesta la luz", que califica la situación "de insoportable" y dice que varios asociados ya han bajado la persiana por el incremento de la energía. También añadió que es inviable trasladar este aumento al consumidor, ya que entonces se quedarían sin clientes. Con todo, alertó de que si la situación continúa así tendrán que cerrar "porque eso es insoportable. No se pueden aguantar de ninguna manera subidas del 300% del precio de la luz".

A modo de ejemplo, una barra de cuarto de kilo que actualmente cuesta 1,30 euros se tendría que vender a 3 euros para que los panaderos pudieran cubrir los costes. ¿"Si pongo una barra de cuarto a tres euros quien entrará? ¿Quién tiene este poder adquisitivo? Yo no lo tengo y la gente tampoco", aseguró. Marqués detalló que ante la crisis de precios, varios asociados han optado por avanzar la jubilación y cerrar sus negocios. Los panaderos aseguran que se está haciendo un gran esfuerzo por mitigar el impacto negativo de estos incrementos al consumidor final, y que mides como el tope de precios no es una solución.

En España todavía quedan 12.000 locales de fabricación artesanal en que dan empleo a 190.000 panaderos. Muchos, advierten desde el sector, no podrán sobrevivir a la subida imparable de la factura de la luz.

La panadería contra la inflación

La energía es uno de los costes principales para una panadería, entre enero y abril de 2022, los precios del gas no han dejado de subir. España se sitúa como cuarto país de la Unión Europea que más dinero ha puesto con relación a su PIB para contrarrestar la subida de los precios, con 21.000 millones. En un contexto marcado por la guerra de Ucrania, los precios de los alimentos están marcando máximos históricos, por encima de los precios registrados después de la crisis del petróleo de los años 70 o la gran crisis de 2008. Desde el inicio de la guerra, al mes de febrero, los alimentos se han encarecido un 17%, los cereales un 20,5% y los aceites vegetales un 28%. Entre enero y abril, los precios del trigo han aumentado un 85%, y los de la cebada, un 70%. Así como el azúcar, la mantequilla, el aceite y otros productos muy utilizados en la panadería acumulan fuertes subidas de precios.

La inflación afecta directamente en la ciudadanía, y tiende a limitar sus gastos. Una encuesta del OCU advierte de una contracción del consumo desde el mes de enero, para un 43% de los encuestados comprar los productos más baratos del mercado es la prioridad, y eso puede afectar especialmente a los panaderos artesanos ante la gran competencia de productos industriales a precios mucho más bajos. Además, cuatro de cada cinco encuestados creen que los precios seguirán subiendo y prefieren ahorrar.