Justo un año después de la polémica huelga de metro durante el Mobile World Congress (MWC), el consejero delegado de GSMA (empresa organizadora y patrocinadora del MWC), John Hoffman, ha querido dejar claro ante la atenta mirada del primer teniente de alcalde del Ajuntament de Barcelona, Gerardo Pisarello, que el transporte público es "extremadamente importante" para la organización del congreso mundial más importante de móviles.

En línea con uno de los ejes estratégicos del MWC como es la sostenibilidad, Hoffman ha explicado que la L9 funciona "perfectamente" y que se recomienda a los asistentes utilizar el transporte público.

No se descarta la huelga

De momento, los sindicatos del Metro no han convocado ninguna huelga para la edición de este 2017 pero tampoco la descartan ya que las negociaciones del nuevo convenio para el periodo 2016-2019 están paralizadas. Si la empresa no pone de su parte, no sabemos qué puede pasar. Ojalá no tengamos que llegar al conflicto pero si lo tenemos que hacer, se" hará, anunció el representante de la sección sindical de la UGT en el Metro, Carlos González, hace tan sólo unos días.

Delante de este escenario, Hoffman ha reconocido que desde GSMA no se participará en "disputas sindicales" ya que lo único que se quiere es "una armonía pacífica" y "un acuerdo amistosos" entre la dirección de TMB y los sindicatos. Ahora bien, también ha recordado que Barcelona como comunidad es la principal interesada en que los asistentes del MWC vuelvan en casa con una buena sensación del sistema de transporte y seguridad. 

El precedente

Conviene recordar que durante la anterior edición, sí que se celebró una huelga de metro que causó gran indignación al consejero delegado de GSMA. "Estamos muy decepcionados con la huelga", lanzó poco después de no asistir al paseo inaugural de las autoridades como tampoco a la comida de la fundación Mobile World Capital (MWC).

Aunque la misma alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, calificó la huelga de "desproporcionada" a la vez que intentaba tranquilizar GSMA reiterando que la huelga no se notaría, muchos de los asistentes llegaron tarde a las presentaciones y las salas del MWC se quedaron, a primera hora de la mañana, medio vacías por primera vez en once ediciones.