La hora de los adioses llega a la Cambra de Comerç de Barcelona. El presidente de la institución, Miquel Valls, se despide después de 17 años en la silla y algunos más como miembro del comité ejecutivo. A partir del próximo lunes, 17 de junio, el plenario cameral cambiará de manos y también de rumbo, con la mayoría independentista de Eines de País, y el empresario Joan Canadell al frente de la institución. Sonrisas, un balance positivo y una sentencia: "La Cambra no ha sido nunca sometida a ningún interés, ni del Estado, ni del Ayuntamiento ni de la Generalitat".

"Hemos trabajado para tener una Cámara fuerte e independiente", ha explicado el presidente saliente. Preguntado por las críticas que ha hecho el señor Canadell sobre la idea de que la Cámara ha estado al servicio de los intereses del gobierno del Estado, Valls ha sido contundente: "Del 2002 al 2015, momento en que hemos tenido cierta influencia en los Presupuestos del Estado, las infraestructuras y la Disposición Adicional Tercera, lo único que hemos hecho ha sido pelearnos con el Estado", ha aseverado.

"La Cambra no ha sido nunca sometida a ningún interés, ni del Estado ni del Ayuntamiento ni de la Generalitat. El éxito que hemos tenido es porque hemos sido independientes a la política". Al mismo tiempo, Valls ha querido hacer un balance de sus 17 años liderando el ente cameral, en qué ha dicho que "en este tiempo se ha hecho mucho trabajo" y ha querido enfatizar que "puedo decir con orgullo que hemos alcanzado hitos muy importantes a pesar de las complejidades del entorno. Ha habido una simbiosis total entre los órganos de gobierno y la institución".

Valls se retira de la Cámara, pero seguirá presente en el mundo empresarial, según explica. Al mismo tiempo, reconoce que "el momento más duro que he pasado dentro de la institución fue cuando me llamó el presidente del Consejo de Cámaras para decirme que el Gobierno había decidido eliminar el recurso cameral", de manera que se erradicaba la cuota obligatoria al empresariado y se veía afectado el presupuesto de la institución.

Por último, un poco de autocrítica: "Es evidente que no todo se ha hecho bien, pero todas las operaciones se han hecho con voluntad de servicio".

El balance

El director general de la Cámara, Xavier Carbonell, ha comparecido también de manera "extraordinaria, ya que no es habitual que hable en ruedas de prensa" para profundizar en "la buena gestión de la Cámara estos 17 años". Carbonell ha hecho énfasis en el gabinete de estudios de la institución, asegurando "queríamos hacer de la Cámara un agente de análisis que pudiera incidir en la opinión pública sobre la economía y las infraestructuras, y lo hemos conseguido convertir en un gabinete de estudios reconocido".

Además, el director general ha enfatizado la "voluntad de incorporar mujeres en el plenario de la Cámara" aunque ha admitido que "no tuvimos mucho éxito porque las empresas eran reticentes a poner mujeres como representantes en los órganos de gobierno de la Cámara" -sólo tenía dos-, de manera que "el presidente decidió potenciar la figura de la vocal consultora para feminizar su composición". De esta manera, Carbonell reivindica la creación del Observatorio Mujer Emprendida y Economía (ODEE) "que ha sido un altavoz para poner en valor el talento femenino".

También se han mencionado otros "hitos" como la "consolidación de la propiedad de la Casa de la Llotja, el desarrollo de las delegaciones territoriales, el impulso de la participación de las mujeres en el mundo económico y empresarial, la superación del cambio del sistema presupuestario de la Cámara, un modelo de transparencia y buen gobierno y el acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona por el edificio del 22@", que queda en manos del nuevo órgano de gobierno.

La Cámara que queda

"¿Qué Cámara dejamos, después de estos 17 años?", se pregunta Valls. "Dejamos una Cámara que ha conseguido doblar ingresos, y que siempre ha sido pionera en transparencia y buen gobierno", se contesta él mismo. Una Cámara que cuenta con unos 18 millones de presupuesto, un patrimonio neto de unos 40 millones -en los cuales no cuenta la propiedad de la Casa de la Llotja- y "hemos conseguido superar los problemas de finanzación".

Al mismo tiempo, Valls también hace bandera del "prestigio de la institución, que está sustentado por dar opinión rigurosa e independiente", y ha querido agradecer a todo el equipo directivo y el personal de la Cámara por el trabajo hecho estos años. "La Cambra ha hecho un gran esfuerzo por adecuarse a las complejidades del entorno, y dejamos una institución de gran solidez económica, con un patrimonio neto actual muy superior al que tenía cuándo llegamos", asevera.

Por último, Valls ha evitado hacer valoraciones sobre la candidatura ganadora, los independentistas de Eines de País, y sólo ha dicho que "tenemos la confianza que sobre esta sólida base, la Cámara siga preservando su principio básico: la defensa del interés general. Deseamos mucha suerte al nuevo órgano de gobierno".

Miquel Valls todavía tiene unos días de margen para ir deshaciéndose de la silla. El pleno constitutivo del nuevo gobierno cameral se celebrará el próximo lunes, 17 de junio, en un gran acto en la Casa de la Llotja, donde Valls también asistirá para hacer el traspaso de poderes.