"Obedecemos la ley, no a los políticos. Somos independientes", ha asegurado el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, durante su intervención posterior al consejo de gobierno en el que se ha decidido mantener los tipos de interés al 0%. El banquero italiano ha querido defender de esta forma la eficacia de las medidas tomadas, cargando duramente contra aquellos que han criticado su actuación y advirtiendo que cuestionar su independencia frena la inversión de las empresas, retrasa el efecto de los estímulos y obliga a adoptar nuevas medidas más expansivas. Sin mencionarlo explícitamente, sus declaraciones tenían como destinatario al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien ha responsabilizado recientemente al BCE del auge de movimientos populistas. 

En este sentido, Mario Draghi ha enfatizado la unanimidad de los miembros del consejo de gobierno a la hora de declarar "la independencia" de la institución, recordando además que el mandato del BCE consiste en procurar la estabilidad de precios para los 19 países del euro, no únicamente la de Alemania. Además, Draghi ha asegurado que las políticas adoptadas están funcionando "pero necesitan tiempo" y todavía resultarían más eficientes "si fueran acompañadas de reformas estructurales". 

Tipos de interés y crecimiento

Tampoco ha dudado en criticar la falta de iniciativa de los gobiernos u otras instituciones, a las que el presidente del BCE ha vuelto a reclamar que promuevan medidas a favor de la recuperación, ya que considera que "la política monetaria ha sido la única política durante los últimos cuatro años en apoyo del crecimiento". Sin la intervención del organismo europeo, el crecimiento de la zona euro entre 2016 y 2018 sería de 1,6 puntos porcentuales inferior mientras que la tasa de inflación sería negativa durante el vigente año y bajaría medio punto porcentual en los próximos dos años. 

Uno de los grandes debates que sigue estando en el epicentro de la Unión Europea es la falta de control fiscal en los países de la zona euro, por lo que Draghi, que únicamente cuenta con instrumentos monetarios, ha instado a los gobiernos a aplicar medidas fiscales adecuadas que incluyan impuestos más bajos, un déficit corriente más bajo y una inversión pública más alta para poder incentivar el crecimiento y "volver a tipos de interés más altos". 

No al 'helicóptero del dinero'

Por otro lado, Draghi ha querido dejar muy claro que el BCE no tiene en absoluto previsto poner en marcha el "helicóptero de dinero", o lo que es lo mismo, distribuir dinero directamente entre los consumidores de la zona euro. Ni tan siquiera se ha planteado esta opción en la reunión, ya que implica dificultades de inflación y desconfianza a medio plazo. 

Por el momento, el banquero italiano seguirá apostando por los tipos de interés bajos durante un periodo prolongado de tiempo, sin descartar tampoco bajarlos todavía más en caso de ser necesario. Los miembros del consejo de gobierno del BCE están dispuestos a actuar "utilizando todas las herramientas a su disposición"  para prolongar una experiencia que de momento está siendo positiva y no muestra síntomas de haber dado los ingresos por intereses netos de las entidades. Al contrario, Draghi asegura que se ha observado un incremento de la rentabilidad de la banca.