Suspender de trabajo y sueldo a aquellos trabajadores que no tengan el certificado covid de vacunación. Esta fue la propuesta que formuló este domingo la patronal de la pequeña y mediana empresa catalana, Pimec, alegando que no vacunarse va en contra el interés común y la salud de todo el mundo.

Ahora bien, en esta materia, las tres grandes patronales catalanas están realmente divididas. Partiendo de la opinión de Pimec, las otras dos, Foment del Treball y Cecot, muestran posicionamientos contrarios entre ellas. La primera está a favor de la vacunación masiva, pero en ningún caso hablan de suspender de empleo y sueldo a nadie. El caso de la Cecot es totalmente contrario, ya que no comparten la solución de Pimec, y solo estarían abiertos a tratarlo en algunos sectores concretos, no de manera generalizada.

"Es cuestión de voluntad política"

Por su parte, Foment del Treball, a través de la CEOE, se posicionó a favor de la vacunación obligatoria de todos los trabajadores, asegurando que era "para hacer prevalecer el interés general" ante la pandemia. De hecho, desde la patronal consideran que el progresivo retorno a la presencialidad de los trabajadores en los centros de trabajo y la abrumadora evidencia sobre la seguridad y efectividad de las vacunas señalan el camino sobre la oportunidad de normalizar la obligatoriedad de las vacunas a todos los ciudadanos que quieran recuperar los hábitos de la vida cotidiana anterior a la pandemia, y eso incluye "explorar la obligatoriedad de la vacunación en los centros de trabajo".

Según la patronal, la demanda es única y exclusivamente para hacer prevalecer el interés general y la seguridad sanitaria de la sociedad, y añaden que existen suficientes disposiciones legales que fundamentarían una decisión del Ministerio de Sanidad, en este sentido. Al final, aseguran que solo "es cuestión de voluntad política establecer la obligatoriedad de la vacuna".

Ahora bien, eso supondría, desde el punto de vista jurídico, un problema, ya que reconocen que "hoy por hoy, no existe la norma en nuestro ordenamiento jurídico que lo permita explícitamente". Sin embargo, también recuerdan que "no habría ninguna dificultad para que, excepcionalmente, el interés general relativo a la salud pública prevaleciera sobre el particular" si el Gobierno lo defiende con el artículo 43.2 de la Constitución española.

Este artículo de la Carta Magna asegura que "corresponde a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios". Al mismo tiempo, Foment y la CEOE también consideran que la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, también valdría para obligar a los trabajadores a vacunarse, ya que regula las excepciones con respecto a la voluntariedad de los trabajadores.

Lo que no comparte Foment con Pimec en relación con la vacuna obligatoria de todos los trabajadores es la solución de suspender de empleo y sueldo a aquellos trabajadores que se nieguen a vacunarse.

Cecot, en contra de la vacunación obligatoria

La otra patronal catalana, Cecot, ha asegurado a este diario que no son partidarios de la solución de Pimec. En este sentido, el secretario general de la patronal, Oriol Alba, asegura que, en todo caso, estarían abiertos a la posibilidad de obligar a los trabajadores de varios sectores concretos a vacunarse, como podría ser el sector de las residencias, el ámbito hospitalario o el ocio nocturno, ya que quien quiere acceder a una discoteca tiene que presentar el certificado covid.

Ahora bien, desde Cecot también recuerdan que la vacunación en Catalunya está realmente avanzada con 5,8 millones de personas con la pauta completa, los datos epidemiológicos de la covid son francamente buenos y el levantamiento de las restricciones, el ocio nocturno es el último ejemplo, por lo tanto, entienden que la transmisión de la enfermedad hoy por hoy es mucho menor a la de hace meses.

Por último, la patronal también asegura que en estos momentos las empresas no están muy preocupadas por este hecho, ya que tienen sobre la mesa problemas mayores, como por ejemplo el aumento de los precios de las materias primas, por lo tanto, consideran la vacunación obligatoria un tema secundario.

Argimon, en contra

Por parte de los empresarios ya hemos visto que las posiciones son dispares. Ahora bien, desde el Govern tienen muy claro que la vacunación "no es necesario que sea obligatoria". Así lo ha asegurado este lunes por la mañana el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, que ha destacado que no considera que la vacunación tenga que ser una obligación e incluso ha dicho que podría ser "contraproducente". "España es un país que se vacuna, no hace falta esta obligatoriedad", ha insistido.

El mismo conseller ha dicho que el Govern no quiere que sea obligatoria y ha destacado también que esto es una competencia que Catalunya no tiene, y que, en todo caso, sería cosa del Govern que lo tendría que imponer. Además, Argimon ha reiterado que la pandemia del coronavirus también es la pandemia de la solidaridad. Y ha insistido en el hecho de que la vacunación se tiene que hacer desde el punto de vista "comunitario". Así, ha comentado que si no se pueden garantizar las distancias de seguridad, habría que llevar la mascarilla en todo momento.